Cerrar un negocio nunca es una decisión fácil y a eso se le suma que el proceso puede resultar especialmente complejo si nunca lo has hecho antes. En el caso de las franquicias, no se trata solo de cesar la actividad comercial, sino de atender aspectos legales, financieros y humanos que requieren planificación, información y, sobre todo, contar con asesoramiento especializado para minimizar riesgos y proteger tanto a la empresa como a los empleados.
El contrato de franquicia como eje central
Cuando tomas la decisión de cerrar, lo primero que hay que hacer es analizar las circunstancias particulares de tu franquicia y el estado actual en que se encuentra la misma.
“No existe un proceso único ni genérico, la estrategia a seguir dependerá de la situación concreta de la franquicia”, explica Alejandro Sanchis Benlloch, socio y abogado de AMG Legal, despacho especializado en derecho concursal.
Sin embargo, señala el experto, hay un denominador común en cualquier régimen de franquicia que condiciona cualquier actuación: el contrato suscrito entre el franquiciado y el franquiciador. “Este documento será el eje sobre el que girará cualquier actuación”, afirma.
¿Qué revisar antes de rescindir un contrato de franquicia?
Lo primero que habrá que hacer es revisar y analizarlo para identificar cláusulas sobre plazos de preaviso (normalmente el aviso debe darse entre 30 y 90 días antes), penalizaciones si se hace antes de tiempo, indemnizaciones, obligaciones de no competencia y dónde deberán ir las existencias y el mobiliario.
Además, el tipo de cierre influye directamente en los pasos a seguir: “No es lo mismo que estemos ante un cierre forzoso por dificultades económicas, que un cierre voluntario y unilateral o un cese consensuado entre las partes”, señala el abogado.
Mantener un diálogo abierto con el franquiciador facilita un cierre ordenado y puede abrir la puerta a alternativas como el traspaso de la franquicia.
Según explica el abogado, hay que tener en cuenta que, aunque se entienda que existe una estrecha vinculación entre el franquiciado y franquicia en virtud de contrato de franquicia, el cual se funda especialmente en la marca y la apariencia, no implica conexión societaria laboral o administrativo, que podría haber en empresas participadas.
En situaciones de dificultades económicas con pérdidas o riesgo de insolvencia, es fundamental cumplir con los plazos que establece la normativa mercantil y concursal para evitar responsabilidades personales. Contar con asesoría especializada garantiza que cada paso cumpla con la ley y que la finalización se realice de manera segura.
Aspectos administrativos y humanos de cerrar una franquicia
Cerrar una franquicia implica revisar la situación económica del negocio, liquidar existencias, saldar deudas y cumplir con las obligaciones fiscales. A eso se suman trámites administrativos como la baja en Hacienda y la Seguridad Social, la cancelación de licencias municipales y contratos de suministros, y las notificaciones requeridas por el registro de franquiciadores.
Planificar estos aspectos permite minimizar pérdidas y proteger tanto la inversión como la reputación del franquiciado.
Otra opción a barajar en paralelo si el negocio tiene potencial es ceder o traspasar la franquicia a un nuevo emprendedor o al propio franquiciador. Esto puede ofrecer una salida más suave, proteger la inversión inicial y preservar la relación con la marca. Esta opción, aunque posible, requiere negociación con el franquiciador (a quien debes notificar por escrito) y asesoramiento adecuado, pero puede ser una alternativa viable para cerrar el negocio de manera menos drástica.
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Otro de los aspectos más importantes a la hora de cerrar un negocio son los empleados, por lo que es fundamental que la comunicación sea clara y se haga de forma anticipada para cumplir la legislación laboral y, además, reducir el impacto emocional.
El aspecto psicológico del cierre suele ser subestimado y Patricia Lodeiro, psicóloga en CAIP Psicología, sostiene que no deja de ser un duelo a elaborar, además de ser un acontecimiento “intrínsecamente estresante” por todo lo que conlleva a nivel personal, social y económico.
“La pérdida ya puede empezar a trabajarse previo al efectivo cierre de la empresa, mentalizando la situación y escuchando los afectos que se despiertan al imaginar el acontecimiento. Esto contribuye a que la decisión se tome desde la voluntad y no desde la obligación“, apunta Lodeiro, que añade que esto incrementa la sensación de control y favorece la puesta en práctica de recursos adaptativos de afrontamiento.
La resiliencia, el apoyo social y la planificación son factores clave para afrontar esta transición de manera saludable. Reconocer las emociones y buscar ayuda profesional facilita la recuperación y prepara al emprendedor para futuros proyectos, afirma la experta.
Cerrar una franquicia combina retos legales, financieros, administrativos y emocionales. Por ello, la clave está en planificar cada paso, revisar el contrato, dialogar con el franquiciador, cumplir con la normativa y proteger tanto a los empleados como a uno mismo. Contar con asesoramiento especializado transforma un proceso difícil en una transición ordenada.
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5 puntos clave
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(Verificado por nuestra redacción)
Aquí tienes un resumen en cinco puntos clave del artículo sobre el tema: ¿Qué hacer si quieres cerrar tu franquicia?
Contrato
Eje central que regula plazos, penalizaciones y obligaciones en el cierre.
Tipos de cierre
Forzoso, voluntario o consensuado, cada uno con requisitos distintos.
Trámites
Bajas fiscales y laborales, cancelación de licencias y contratos.
Alternativas
Posibilidad de traspasar la franquicia para suavizar el proceso.
Emociones
Impacto psicológico que requiere resiliencia y apoyo especializado.












