Según la Federación Francesa de la Franquicia (FFF), hay más de 2.800 marcas francesas que operan a escala internacional. Estas marcas generan unas ventas de más de 70.000 millones de euros y contribuyen a la creación de más de 600.000 empleos en el extranjero gracias a las franquicias francesas.
El éxito de la franquicia en el extranjero depende de conceptos atractivos, modelos de negocio sólidos y redes bien desarrolladas. He aquí tres ejemplos de marcas francesas que triunfan internacionalmente.
1 – Brioche Dorée
Fundada en 1976 por Louis Le Duff, Brioche Dorée es una de las franquicias francesas con presencia internacional, que opera en más de 25 países con más de 550 establecimientos.
La cadena de panaderías y pastelerías destaca por su concepto, que combina la tradición culinaria francesa con la practicidad moderna. Ofreciendo una amplia gama de productos frescos, Brioche Dorée se ha convertido en una referencia en el sector de la comida rápida. El franquiciador ofrece pleno apoyo a los franquiciados, proporcionándoles formación en profundidad y herramientas operativas para garantizar el éxito de cada punto de venta.
Para convertirse en franquiciado de Brioche Dorée se requiere una inversión global de unos 400.000 euros, con una aportación personal de 120.000 euros y un canon de entrada de 30.000 euros. Con un potencial de ventas de hasta 850.000 euros por punto de venta tras 2 años de actividad, la marca ofrece atractivas perspectivas financieras. Brioche Dorée también pretende abrir 100 nuevos puntos de venta al año. Para unirse a esta red, los posibles franquiciados deben estar motivados, tener experiencia y estar bien informados sobre el mercado local.
2 – Carrefour
Carrefour, líder mundial de la distribución, es una franquicia francesa con más de 13.000 tiendas en 34 países. Desde su fundación en 1959, la marca ha ofrecido una amplia gama de productos alimentarios a precios competitivos. Carrefour está presente en el mundo de la franquicia desde 1972, con más de 2.400 puntos de venta franquiciados. La empresa ofrece atractivas oportunidades de negocio en Francia con pleno apoyo a los futuros franquiciados, desde la formación hasta la apertura de la tienda.
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Para abrir una franquicia Carrefour, necesitas una inversión global de entre 1 y 3 millones de euros, incluida una aportación personal mínima de 300.000 euros y unos derechos de entrada de 40.000 euros. La empresa busca socios franquiciados con experiencia comercial y de gestión. Al ofrecer una red de franquicias en expansión y proximidad a los empresarios, Carrefour representa una opción sólida para quienes deseen invertir en el comercio minorista de alimentación.
3 – Monoprix
Monoprix, fundada en 1932, es una tienda de conveniencia francesa especializada en la distribución de productos alimentarios y no alimentarios. Con 800 puntos de venta en todo el país, la franquicia destaca por su oferta variada y vanguardista, que incluye productos alimentarios y no alimentarios, ecológicos y de marca blanca. Unirse a Monoprix significa beneficiarse de la reputación de una marca fuerte y de conceptos innovadores.
Para convertirte en franquiciado de Monoprix, necesitas una inversión global de 500.000 euros, es decir, una aportación personal mínima de 150.000 euros. No es necesario pagar canon de entrada. Con unas ventas estimadas de 11 millones de euros por establecimiento tras 2 años de actividad, Monoprix representa una opción para los empresarios que deseen convertirse en propietarios de empresas entrando en el sector minorista en Francia o a escala internacional. Los franquiciados también reciben formación personalizada para ayudarles a comprender mejor la gestión de equipos, la gestión de pedidos y el funcionamiento de nuevas tiendas físicas.










