En un contexto marcado por la multiplicidad de ofertas de consumo, la fidelización del cliente se ha convertido en una de las estrategias más valiosas —y exigentes— para las franquicias. ¿Qué hace que un consumidor vuelva una y otra vez a la misma marca? ¿Cómo se consigue no solo atraer, sino retener a largo plazo?
“El cliente necesita saber que es querido por la marca y que se le tiene en cuenta como una persona, no como un número”, afirma Eduardo Abadía, director ejecutivo de la Asociación Española de la Franquicia (AEF). Y no es solo una cuestión de percepción: en un modelo de negocio basado en la réplica y la expansión, como es el de las franquicias, la fidelidad no se construye únicamente desde el producto o el precio, sino desde la experiencia completa del cliente, replicada con coherencia en cualquier punto de la red.
La fidelidad como ventaja competitiva
Fidelizar es, más que nunca, una cuestión de supervivencia. “Si un cliente entra en un establecimiento de una franquicia y no se siente vinculado, difícilmente lo hará en otro local de la misma enseña, aunque esté en otra ciudad. Por eso, para una franquicia la fidelización es clave”, explica Abadía.
Este reto se multiplica cuando la marca está presente en múltiples ubicaciones. De ahí que una de las grandes ventajas competitivas del modelo sea precisamente su capacidad de ofrecer una experiencia homogénea, adaptada pero reconocible. “Es lo que llamamos tropicalización: adaptar la carta o el servicio a cada mercado, pero manteniendo siempre unos estándares comunes de calidad, trato y atención”, dice el experto. Si un cliente ve una franquicia en una ubicación y no le fideliza, no entrará en otro establecimiento de la misma marca. Por eso, “para cualquier franquicia, la palabra ‘fidelización’ es fundamental”.
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Más allá de los descuentos: estrategias de valor
Lejos de los clásicos cupones de descuento o el 3×2, la fidelización hoy apunta a un vínculo más profundo entre cliente y marca. “El consumidor es perfectamente consciente de lo que tiene y de lo que pide. Elige una franquicia no solo por precio, sino por servicio, por cercanía, por cómo se le trata”, señala Abadía.
En este sentido, elementos que podrían parecer menores, como una felicitación por el cumpleaños o una atención personalizada, ganan peso como símbolos de ese cuidado hacia el cliente. “Pequeños detalles como el marketing olfativo, el hilo musical o la posibilidad de recibir una compra online en casa pueden marcar la diferencia en las estrategias de fidelización”, añade.
Por otro lado, las franquicias han entendido que estar cerca del cliente no es solo una cuestión geográfica. “Los supermercados express, por ejemplo, han cambiado el modelo tradicional: ahora están en tu barrio, no en las afueras. Eso crea una relación más constante, más emocional, más próxima. Y eso fideliza”, explica Abadía.
Esta proximidad también se traduce en velocidad de respuesta, servicio inmediato, reconocimiento del cliente habitual. Elementos que, sumados, generan una sensación de pertenencia que va más allá de los precios o los productos.
Tecnología al servicio del cliente
La digitalización ha cambiado el tablero y, en fidelización, la tecnología se ha convertido en un eje central. Aplicaciones móviles, tarjetas virtuales, programas de puntos integrados, reservas online, entrenamiento remoto en gimnasios o canales directos de comunicación entre marca y consumidor son ya herramientas habituales.
“La tecnología está puesta al 100% al servicio del consumidor. Y cualquier canal que aparezca, como la inteligencia artificial o el Big Data, la franquicia se lo plantea de inmediato: ¿cómo puedo usar esto para mejorar la experiencia del cliente?”, asegura el director de la AEF.
Datos de interés
La personalización basada en datos, por ejemplo, permite enviar ofertas adaptadas al perfil de compra de cada usuario, la IA generativa se empieza a explorar para atención al cliente o sugerencias de productos y la gestión de comunidades en torno a una marca se refuerza gracias a sistemas de CRM avanzados.
El gran reto: adaptar la IA a la fidelización
La inteligencia artificial se perfila como el gran salto en fidelización para los próximos años. “La IA está empezando a ser utilizada por todas las marcas pero hay que saber hacerlo en beneficio de los clientes y sacando todo su potencial”, advierte Abadía. No se trata de incorporar un chatbot que responde preguntas, sino de ver cómo una herramienta permite reestructurar la relación con el cliente por completo, de forma más humana y eficiente.
Esa humanización tecnológica implica recoger datos, analizarlos y utilizarlos en favor del usuario, ya sea para optimizar tiempos, adaptar servicios o reforzar la relación de confianza. El reto no es solo técnico, sino cultural: integrar la IA en los procesos sin perder el contacto humano que da sentido a la experiencia de marca.
El papel del franquiciado: escucha activa
Otro elemento clave para la fidelización es el rol del franquiciado. “Es quien está en el día a día con el cliente, quien escucha sus necesidades, comentarios y quejas. Y es quien debe transmitir esa información a la central para adaptar el servicio”, explica el directivo de la AEF.
Este flujo de comunicación es una de las fortalezas del modelo. La franquicia funciona cuando franquiciador y franquiciado están alineados y comparten información. De esa escucha activa nacen ideas para nuevas promociones, ajustes de horarios o incluso rediseños de los programas de fidelidad.
“Una franquicia que no tiene app, que no ofrece reservas online, que no permite comprar desde casa… está obsoleta. Y hoy, si no estás al día, cierras”. Eduardo Abadía, director ejecutivo de la AEF.
En un mercado saturado de opciones, tanto físicas como digitales, la construcción de una buena estrategia para desarrollar una red de franquicias basada en la fidelidad pasa por la coherencia, la coordinación entre franquiciador y franquiciado, la atención personalizada, la escucha activa y, cada vez más, la tecnología.
Las franquicias que consigan entender al cliente no como una transacción, sino como una relación, serán las que logren fidelizar y, así, permanecer en su recorrido de consumo. Aunque no todas las franquicias gestionan igual de bien su estrategia de fidelización, en general el sector ha entendido su importancia. La mayoría ya están aplicando medidas punteras pero no se puede bajar la guardia: la innovación y la revisión constante son parte del ADN del modelo. Una buena estrategia de fidelización puede ayudar a compensar carencias en otras áreas del negocio, pero no sustituye al corazón del servicio: si la experiencia es mala, ningún programa de puntos salvará a la marca.
Nuestro resumen en 5 puntos clave por L’Express Franchise IA
(verificado por nuestra redacción)
Aquí tienes un resumen en cinco puntos clave del artículo sobre el tema: La nueva fidelidad: así compiten las franquicias por ganarse al cliente más allá del descuento.
Fidelización como estrategia clave: La fidelidad ya no solo depende del precio, sino de una experiencia completa y coherente que haga sentir al cliente valorado y único, más allá de ofrecer descuentos.
La importancia de la experiencia emocional: Pequeños detalles como felicitaciones, atención personalizada, y proximidad geográfica crean vínculos duraderos, generando un sentido de pertenencia y confianza.
Tecnología al servicio del cliente: Aplicaciones móviles, CRM, reservas en línea y programas de puntos permiten una relación más cercana, personalizada y eficiente, potenciando la fidelidad digital.
La inteligencia artificial y el reto de humanizar: La IA se utiliza para personalizar ofertas y mejorar atención, pero el principal reto es integrarla sin perder el contacto humano y la confianza del cliente.
Rol del franquiciado en la fidelización: El franquiciado, en contacto diario con el cliente, debe escuchar activamente sus necesidades y transmitir esa información a la central para ajustar y mejorar la oferta continuamente.