Todo lo que debes saber sobre la cuota de entrada de las franquicias

la cuota de entrada de las franquicias

A la hora de invertir en una franquicia, la cuota de entrada (o entrance fee) es uno de los primeros conceptos con los que te vas a encontrar. Es un pago inicial que a priori puede parecer una barrera de entrada, pero tiene su explicación dentro de este modelo de negocio. 


A continuación, te contamos qué es exactamente la cuota de entrada, para qué se utiliza y cómo funciona.

La cuota de entrada la conocemos de maneras muy diferentes, porque también te puedes encontrar con ella bajo la denominación de entrance fee, tarifa de entrada o derecho de entrada. Da igual el nombre, porque en realidad es un pago único que el franquiciado realiza al firmar el contrato con la empresa. 

Es un importante obligatorio y se debe pagar justo al inicio de la relación contractual, pues es una condición innegociable para formar parte de la red de franquicias.

Lógicamente, la cuantía varía en función del sector, la marca y el tamaño de la franquicia. Puede oscilar desde varios miles de euros en franquicias más pequeñas hasta cantidades de seis dígitos en marcas más grandes y reconocidas en todo el mundo.

El entrance fee tiene varios propósitos importantes dentro de este modelo de negocio:

  1. Acceso a la marca y a sus beneficios: al pagar esta cuota, el franquiciado obtiene inmediatamente el derecho de operar bajo el nombre y la imagen de la marca. Esto incluye utilizar logotipos, material promocional y sistemas operativos que han sido diseñados de manera exclusiva por el franquiciador.
  2. Formación y conocimiento: la cuota de entrada también cubre la formación inicial del franquiciado y de su equipo. Es fundamental para garantizar que todas las unidades de la franquicia mantengan los estándares de calidad y operen bajo los mismos parámetros. A la larga, es positivo para el franquiciador y el franquiciado, porque refuerza la identidad y la reputación de la marca.
  3. Coste de desarrollo inicial: el franquiciador tiene que hacer frente a diferentes costes para integrar a un nuevo franquiciado en la red, como el diseño, la personalización de los planes de negocio, la ayuda para seleccionar la mejor ubicación, la asistencia legal o técnica, entre otros aspectos.
  4. Compromiso financiero: hay empresas que ponen una cuota de entrada bastante alta que en realidad es un filtro para asegurarse de que el franquiciado está comprometido. Además, demuestra que tiene la capacidad financiera suficiente para gestionar la inversión que requiere una franquicia. 

Es imprescindible entender que cada franquicia es completamente diferente y, por tanto, cada cuota de entrada puede incluir unas cosas u otras. El contrato y todos los documentos legales deberán detallarlo, pero a nivel general debería incluir lo siguiente:

  • Derechos de uso de la marca: acceso a la identidad corporativa y a la reputación de la franquicia.
  • Manuales operativos: documentos detallados que explican cómo se debe gestionar una franquicia de manera eficiente.
  • Capacitación inicial: programas educativos para el franquiciado y, en muchos casos, para su equipo de trabajo.
  • Asesoramiento inicial: orientación en el diseño del local, las estrategias de marketing y la apertura de la tienda, en caso de ser un establecimiento físico.
  • Sistemas tecnológicos: algunos franquiciadores incluyen el acceso a herramientas exclusivas, como un software de gestión o plataformas de pedidos online. 

Por eso es tan importante leer el contrato de franquicia con calma, porque cada empresa es completamente diferente y es normal que el entrance fee varíe de una a otra. 

Ahora bien, ¿es negociable? En la mayoría de casos, no. Los franquiciadores suelen tener tarifas uniformes para garantizar la igualdad entre todos los franquiciados y mantener la consistencia en la red de franquicias. Sin embargo, es cierto que algunas franquicias emergentes o que busquen expandirse en mercados específicos pueden ofrecer descuentos o promociones a modo de incentivo. 

Otro de los aspectos que tienes que valorar siempre es si la cuota de entrada merece la pena, es decir, si la cifra inicial va a justificar después los beneficios o si consideras que es acorde al tamaño de la red de franquicias.

Te puedes hacer muchas preguntas para resolverla, pero te recomendamos tener en cuenta estos aspectos:

  • Reputación de la marca: una marca consolidada puede generar un retorno de inversión mucho más rápido que una más pequeña porque es más reconocida.
  • Soporte: asegúrate de que la formación inicial, los recursos y el soporte que la franquicia ofrece realmente te vaya a aportar valor. 
  • Rentabilidad: analiza las proyecciones financieras y asegúrate de que sean realistas. 
  • Comparación con otras franquicias: lo ideal es investigar cómo es la cuota de entrada en comparación con otra red de la misma industria.
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