Volver a franquiciar a los 40 o 50: ¿una apuesta loca? La Franquicia L’Express te cuenta qué impulsa a algunas personas a lanzarse a la aventura empresarial y optar por esta forma de creación de empresas, que combina autonomía y seguridad.
46 años. Esta es la edad media de los franquiciados en Francia, según la 18ª edición de la encuesta anual sobre la franquicia Banque Populaire / FFF. “Las personas mayores son un objetivo atractivo para las redes de franquicia que buscan diversificar sus perfiles de candidatos. Además, hay escasez de candidatos, ya que se crean más redes que candidatos a la franquicia”, señala Olivier Mignot, Socio Director de Franchise Management y miembro del Colegio de Expertos de la Federación Francesa de la Franquicia (FFF).
Como casi tres cuartas partes de los franquiciados que deciden abandonar su trabajo por cuenta ajena para abrir su primer establecimiento, Stéphane Muller ha optado por dar un giro de 180° a su regreso de la expatriación, tras 30 años en Perú. Antiguo asesor comercial de la Unión Europea en Lima y triatleta consumado con seis Iron Man a sus espaldas, quería asumir un nuevo reto y convertirse en su propio jefe. El pasado mes de abril, abrió una franquicia Cash Express en el hipercentro de Toulouse. “No quería volver a ser una empleada a mi edad”, explica esta mujer de 55 años.
Cyrille Abella, de 47 años, ex director de una escuela primaria durante más de diez años, sentía que había hecho todo lo que podía en su trabajo. En abril de 2021, él también dio el paso y se convirtió en franquiciado de Shiva en Sanary-sur-Mer. Los solicitantes senior buscan sobre todo seguridad en su elección. Cyrille Abella cree que no podía equivocarse. “No tenía derecho a cometer errores. Hay más presión para tener éxito, sobre todo en lo que se refiere a pagar la educación de tus hijos y el fin de la hipoteca. Olivier Mignot lo confirma: “A veces, presionados por experiencias pasadas, necesitan seguridad. Y el modelo de franquicia les permite recuperarse al tiempo que les proporciona seguridad frente al riesgo”.
Franquiciados: una oportunidad para las personas mayores
Volver a formarte cuando no tienes experiencia en un sector concreto puede ser complicado. Por eso la franquicia, que te permite beneficiarte de un modelo de negocio probado y de formación inicial y continua, a cambio de un canon de entrada y de royalties mensuales, podría ser la solución. “Unirse a una franquicia y a una marca con un historial probado es tranquilizador cuando te embarcas en tu primera experiencia empresarial, porque hay muchos escollos que evitar”, dice Cyrille Abella. “Te permite aprender de quienes tienen los conocimientos y la experiencia: la red Cash express tiene 20 años de experiencia. No tuve que aprender nada que estuviera inventado, y pude ahorrar mucho tiempo”, explica Stéphane Muller.
Como estos dos franquiciados, casi la mitad de ellos cambian de sector de actividad abriendo una franquicia. Stéphane Muller también aprecia especialmente el apoyo continuo del jefe de la red. Aunque tenemos mucha libertad para gestionar el negocio, nos apoyan en todo momento, sobre todo durante la fase de puesta en marcha y al buscar locales, cuando surgen muchas preguntas”, insiste. La red garantiza que no nos perdamos ciertas etapas. Aunque reconoce que la inversión inicial es considerable, “los cánones y royalties que percibe el franquiciador se compensan con creces por los conocimientos técnicos que aporta y su apoyo durante toda la instalación”. Cyrille Abella también se beneficia de la reputación de una marca nacional, de la comunicación que proporciona la red Shiva y de su apoyo diario. “Pude empezar muy rápido y con fuerza gracias a que la red gestionó todas las tareas administrativas, como la elaboración de nóminas y certificados fiscales para los clientes, que requieren mucho tiempo. Esto me permitió concentrarme en desarrollar las ventas de la agencia y en contratar personal doméstico.
Mayores: un grupo objetivo fiable y comprometido
Cyrille Abella recurrió naturalmente a la marca Shiva. “Conocí la profesión de servicios humanos para poder mantener a mi padre en casa”, explica para justificar su elección. Por su parte, Stéphane Muller ha recurrido a uno de sus sectores favoritos, la economía circular. “Es un tema que estuve defendiendo en el Parlamento en nombre de la Unión Europea”. Para Olivier Mignot, la elección de los candidatos sénior es para las marcas que comparten sus valores: “Buscan un sentido y una empresa que les permita realizarse”. Otro criterio es encontrar un concepto que puedan lanzar en su región de origen. Tres de cada cuatro franquiciados abren su franquicia en la misma región que su negocio anterior. Cyrille Abella, que quería por encima de todo quedarse en su lugar de origen, no es una excepción a la regla.
A cambio, los franquiciados senior están demostrando ser un grupo muy comprometido, fiable y leal para las redes. “Están agradecidos a la empresa, que les ha permitido recuperarse, les ha dado nuevas perspectivas y les ha hecho sentirse seguros”, afirma Olivier Mignot. ¿Sus puntos fuertes? Su sólida base de competencias, sus habilidades interpersonales y su mayor capacidad de inversión en general. “El acceso a la financiación es un criterio clave en un contexto de explosión de los costes de los conceptos y de la inflación, en el que los bancos endurecen sus condiciones de financiación”, prosigue el consultor. Los únicos inconvenientes son que “a veces han estado marcados por una fuerte cultura corporativa, y puede resultarles más complicado volver a ponerse en situación de aprendizaje y retarse a sí mismos”, admite Olivier Mignot. Además, esta población puede ser menos ágil y, por tanto, menos capaz de adaptarse”.
Por último, las redes pueden cuestionarse su longevidad y, por tanto, su relación a largo plazo con los directivos: “Es muy probable que un contrato renovado llegue a su fin”, señala. Por su parte, Stéphane Muller y Cyrille Abella no tienen intención de detenerse ahí, y ambos ambicionan abrir muy pronto otras sucursales, e incluso participar en el lanzamiento de otros conceptos de red.
