Empleados durante mucho tiempo, su trayectoria profesional sufrió un revés durante una recesión económica. Para recuperarse, la franquicia parecía ser la solución que mejor se adaptaba a sus necesidades.
Tras 25 años de carrera en el grupo automovilístico francés, Stellantis, a Isabelle Dewimille le ofrecieron un plan de despido voluntario. Aceptó la oferta de su empleador y aprovechó la oportunidad para realizar una evaluación de competencias. “Reforzó mi idea de cambiar de trabajo, más centrado en la atención sanitaria y social o en la formación y la transmisión”, confiesa. Una cosa llevó a la otra e Isabelle Dewimille descubrió la red de franquicias Apef, especializada en servicios a las personas. “El paso a este sector respondía a mi deseo de trabajar en la gestión de personas y en un sector orientado a los servicios”. Abrió su sucursal en abril de 2023, en la ciudad francesa de Belfort. Financió los gastos de puesta en marcha con su indemnización por despido, y también presupuestó sus primeros salarios, ya que no estaba segura de poder pagarse a sí misma en un futuro inmediato. “El aspecto de seguridad de la franquicia era obvio para mí “, continúa la empresaria.
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Reponerse: la importancia de un buen sentimiento
Seguridad es la palabra en boca de todos cuando se trata de empleados atraídos por la franquicia. Este modelo se adapta bien a las necesidades de quienes se han acogido a un plan de cese voluntario”, coincide el consultor de recursos humanos, Serge Voiry. Este tipo de acontecimiento lleva a las personas afectadas a pensar ante todo en modo “proyecto”, es decir, en términos de su futuro. Ser tu propio jefe y recurrir a un determinado tipo de sector. Con una franquicia, ahorran tiempo al beneficiarse de un producto, un apoyo y una red desde el principio. “Por tanto, esta solución parece menos arriesgada que crear una empresa directamente. También es una reacción al mundo asalariado: quiero ser autónomo e independiente”, dice Voiry.
Esto es lo que convenció a este antiguo empleado del sector financiero para abrir su propia sucursal de Prelys Courtage, red francesa de intermediación en préstamos hipotecarios y seguros: “Descubrí el corretaje cuando solicité una hipoteca. Me di cuenta de que había mucho que hacer desde el punto de vista comercial en este sector”. Para él, tras experimentar la violencia del despido, ser empleado estaba fuera de lugar. Y no es cuestión de lanzarse solo al negocio si no sabes mucho sobre préstamos hipotecarios. El riesgo era demasiado grande. Este futuro franquiciado recibió formación y apoyo semanal y luego mensual durante el primer año.
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Franquicia: abrir un negocio con confianza
Los antiguos empleados suelen necesitar apoyo para recuperar la confianza en sí mismos. Apreciarán la oportunidad de volver a una marca o empresa, ya no en la misma posición, como empleados, sino como responsables de una organización”, comenta Voiry. Pero cuidado, también hay un proceso que respetar y, en algunos casos, redes que permiten menos autonomía“. Y es en función de tus expectativas y de tu deseo de creatividad como debes elegir a tu franquiciador.
Elian Condomines, antiguo empleado del sector de los productos de construcción, ha optado por volver a France Hygiène Ventilation, una empresa creada en 2016. Buscaba una franquicia B2B en la que pudiera conservar cierta libertad”, explica. Con una franquicia establecida, tienes que estar preparado para aprender mucho, conformarte y tener menos influencia sobre la organización.
