Cómo abrir una franquicia en España: todo lo que debes saber

Een franchise openen in Spanje: alles wat je moet weten

¿Eres un emprendedor extranjero y quieres saber cómo abrir una franquicia en España para lanzarte a tu próxima aventura empresarial? Pues imagínate las ventajas de abrir un negocio en un país conocido por su riqueza cultural, sus grandes ciudades y su próspera economía, y todo ello mientras aprovechas el poder de una marca conocida a través de la franquicia.


Y es que, la franquicia no es solo una cuestión nacional, es una oportunidad global que hay que aprovechar. Y si eres un emprendedor extranjero que quiere introducirse en el mercado español, la franquicia te ofrece una camino fácil hacia el éxito.

En este artículo, no solo desvelaremos los misterios de las franquicias, sino que también explicaremos cómo los emprendedores extranjeros pueden desenvolverse en el panorama empresarial español. Desde la comprensión de los requisitos legales hasta una guía paso a paso, te proporcionaremos los conocimientos que necesitas para prosperar en esta nueva aventura. Así que, si estás listo para llevar tus aspiraciones empresariales al siguiente nivel y dejar tu huella en España, sigue leyendo.

Antes de embarcarse en el viaje de abrir una franquicia en España, es crucial entender el marco legislativo que rige las operaciones relacionadas con las franquicias en el país. En primer lugar, los futuros franquiciados tienen que estar registrados como autónomos o empresa y cumplir con sus obligaciones fiscales y laborales. Para ello, tendrás que darte de alta en la Agencia Tributaria y en la Seguridad Social. Sin este trámite, la creación de una franquicia no es posible.

Además, los franquiciados pueden tener que pagar una tarifa de entrada o «canon» al franquiciador. Esta les otorga el derecho a utilizar la marca, tener acceso a la formación inicial y obtener los materiales y recursos necesarios para dar los primeros pasos en el negocio. Eso sí, debes tener en cuenta que este canon varía en función de la marca y el tipo de negocio.

De igual manera, los franquiciados están obligados a pagar royalties. Es decir, el franquiciador recibe una parte de los beneficios o las ventas de forma periódica. Pero tienen un motivo, estos royalties compensan el uso de la marca, los correspondientes procedimientos operativos y la asistencia continuada.

Por último, tras abrir la franquicia, es obligatorio registrarse en la oficina correspondiente de la Comunidad Autónoma en un plazo de tres meses. Para ello, deberás presentar detalles como el nombre de la franquicia, la dirección, los derechos de propiedad industrial o intelectual y la prueba de propiedad y la licencia de uso. Una vez registrado, te darán un Identificador de Registro que indica que cumples los requisitos reglamentarios.

  • Investigación preliminar: para empezar, investiga las diferentes oportunidades de franquicia para identificar una que se ajuste a tus intereses, habilidades y recursos financieros. No olvides analizar factores como la demanda y tamaño del mercado, la competencia y las perspectivas de crecimiento. 
  • Ponte en contacto con la franquicia: una vez que hayas identificado una franquicia prometedora, ponte en contacto con el franquiciador para obtener información detallada sobre sus características operativas, los requisitos financieros previos, los recursos disponibles, los sistemas de apoyo y las estrategias de marketing. Todos estos datos serán de vital importancia para tu negocio.
  • Evalúa las obligaciones financieras: hay que ser realistas, así que evalúa tu capacidad para cumplir los requisitos financieros de la franquicia, incluidos los gastos iniciales (por ejemplo, las tarifas de entrada) y los royalties recurrentes. Una buena recomendación es solicitar asesoramiento profesional de un gestor para determinar si estás preparado desde el punto de vista financiero.
  • Examina detalladamente el contrato de franquicia: pide y examina meticulosamente el contrato de franquicia para comprender los derechos y obligaciones que te incumben como franquiciado. El gestor puede ayudarte con esto para descubrir cualquier cláusula que no encaje con tus preferencias.
  • Selecciona un local adecuado: si tu negocio va a necesitar un local físico, opta por una ubicación que se ajuste a las especificaciones de la franquicia. Por norma general, las propias franquicias tienen sus normas establecidas sobre las ubicaciones.
  • Firma el contrato de franquicia: una vez que hayas constituido la entidad jurídica para tu empresa como mencionábamos anteriormente, es hora de formalizar el contrato de franquicia. Con este paso, se consolidará la relación profesional con el franquiciador y se validarán las estipulaciones contractuales.
  • Cumple los requisitos de formación obligatorios: generalmente, el franquiciador ofrecerá sesiones de formación obligatorias para adquirir conocimientos sobre el modus operandi y los procedimientos internos de la marca.
  • ¡Llegó el momento de la inauguración!: pero eso sí, asegúrate de que todos los recursos, equipos y personal están preparados para la inauguración de la franquicia. ¡Comienza a atraer a los clientes y despertar su curiosidad por tu nueva empresa!

Para los emprendedores que quieran abrir una franquicia, en el caso de los extranjeros que no pertenecen a la Unión Europea, es esencial cumplir los estrictos requisitos para crear una empresa en España. Entre ellos, tienes que poder demostrar que cumples los requisitos para obtener permisos de residencia y trabajo, así como contar con las cualificaciones profesionales necesarias para llevar a cabo la actividad empresarial que hayas elegido.

Por suerte, si eres ciudadano de la Unión Europea, podrás beneficiarte de los acuerdos del Espacio Económico Europeo, que te otorgan ciertos privilegios. Por ejemplo, tienes derecho a establecer tu propia empresa en cualquier país de la Unión Europea, incluida España, o a crear una sucursal o filial de una empresa existente (es decir, una franquicia) con sede en la misma.

Sin embargo, incluso con estas ventajas, los empresarios de la Unión Europea deben cumplir la normativa local y asegurarse de que cumplen todas las obligaciones legales. Así pues, tanto los empresarios de fuera como de dentro de la Unión Europea deben justificar su capacidad financiera para cubrir las inversiones y mantenerse a flote desde el punto de vista financiero a la vez que cumplen todos los requisitos reglamentarios para el funcionamiento de la empresa en España.

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