El modelo de franquicia ha experimentado un notable crecimiento en España, consolidándose como una de las formas más populares y exitosas de expansión empresarial. La legislación que regula las franquicias en el país es fundamental para garantizar la transparencia y la equidad entre franquiciante y franquiciado, y se encuentra fundamentada en varias normas legales que han ido evolucionando con el tiempo. Entre ellas, destaca la Ley 7/1996 de Ordenación del Comercio Minorista, el Real Decreto 201/2010, y una serie de normativas complementarias tanto a nivel nacional como europeo.
En este artículo, exploraremos las principales leyes que regulan las franquicias en España, analizando su impacto y relevancia para los empresarios y franquiciados.
¿Qué ley regula las franquicias en España?
Ley 7/1996 de Ordenación del Comercio Minorista
La Ley 7/1996 de Ordenación del Comercio Minorista es la normativa fundamental que establece el marco regulador para la actividad comercial en régimen de franquicia en España. Esta ley, aprobada el 15 de enero de 1996, define la franquicia como un contrato por el cual una de las partes (el franquiciante) cede el derecho de explotación de su marca o signos distintivos, así como su modelo de negocio, a la otra parte (el franquiciado), que se compromete a seguir las directrices del franquiciante a cambio de una contraprestación económica.
¿Cuáles son las obligaciones del franquiciador?
El artículo 62 de la Ley 7/1996 establece la obligación de información precontractual, una de las piezas clave en el marco legal de la franquicia. Esta obligación busca garantizar que el franquiciado reciba toda la información relevante sobre el negocio antes de firmar el contrato de franquicia, evitando futuros conflictos y proporcionando claridad en cuanto a los términos y condiciones del acuerdo.
El artículo dice exactamente que “con una antelación mínima de 20 días a la firma de cualquier contrato o precontrato de franquicia o entrega por parte del futuro franquiciado al franquiciador de cualquier pago, el franquiciador deberá haber entregado al futuro franquiciado por escrito la información necesaria para que pueda decidir libremente y con conocimiento de causa su incorporación a la red de franquicia y, en especial, los datos principales de identificación del franquiciador, descripción del sector de actividad del negocio objeto de franquicia, contenido y características de la franquicia y de su explotación, estructura y extensión de la red y elementos esenciales del acuerdo de franquicia. Reglamentariamente se establecerán las demás condiciones básicas para la actividad de cesión de franquicias”.
Esta información tiene como objetivo que el franquiciado pueda tomar decisiones informadas, sin presiones, y conociendo a fondo lo que implica unirse a una red de franquicia.
Contrato de franquicia en España: Real Decreto 201/2010, especificaciones legales de la franquicia
Aunque la Ley 7/1996 establece las bases del régimen jurídico de la franquicia, el Real Decreto 201/2010, de 26 de febrero, profundiza en los detalles específicos de la regulación. Este Real Decreto complementa y especifica aspectos cruciales relacionados con la información precontractual, una de las preocupaciones principales en el ámbito de las franquicias.
El Real Decreto regula, por ejemplo, el registro de los contratos de franquicia, que debe realizarse en un registro oficial para garantizar la validez y la transparencia de los acuerdos entre las partes. Además, establece los requisitos que deben cumplir los documentos precontractuales, como la memoria descriptiva de la franquicia que debe incluir información detallada sobre la historia de la franquicia, los derechos y las obligaciones de ambas partes, el plan de expansión, las condiciones de explotación de la marca, y los posibles riesgos financieros. La normativa refuerza la importancia de que esta documentación sea clara y comprensible, evitando ambigüedades que pudieran perjudicar al franquiciado.
El Real Decreto 201/2010 también establece medidas de protección para el franquiciado, buscando equilibrar la relación entre las partes. Uno de los aspectos más relevantes es la necesidad de que el franquiciante proporcione al franquiciado acceso a una red de formación y apoyo, así como una actualización periódica de los procedimientos y materiales utilizados en el negocio.
Reglamento (UE) 2022/720 sobre Acuerdos Verticales
A nivel europeo, el Reglamento (UE) 2022/720, relativo a los acuerdos verticales, tiene una implicación directa en las franquicias que operan en España. Este reglamento regula la exención de competencia para acuerdos entre empresas que no compiten entre sí, pero que están vinculadas a través de relaciones comerciales verticales, como es el caso de los contratos de franquicia.
El reglamento permite que ciertos acuerdos verticales, como los que se producen entre franquiciantes y franquiciados, sean exentos de las restricciones impuestas por las leyes de competencia, siempre que no afecten negativamente al mercado. Por ejemplo, un contrato de franquicia puede establecer exclusividades territoriales o precios mínimos, siempre que no distorsionen la competencia de manera injustificada. El Reglamento de la UE busca equilibrar la protección de la competencia en el mercado con la necesidad de permitir acuerdos contractuales legítimos entre franquiciante y franquiciado.
Ley 15/2007 de Defensa de la Competencia
La Ley 15/2007 de Defensa de la Competencia establece las normas que regulan las prácticas empresariales anticompetitivas en España. Esta ley tiene un impacto directo en el sector de las franquicias, ya que asegura que los acuerdos entre franquiciante y franquiciado no infrinjan las reglas de la competencia en el mercado. La normativa se ocupa de aspectos como la fijación de precios, la distribución exclusiva, o la limitación de la libertad de los franquiciados para operar en ciertos mercados.
De esta forma, la Ley de Defensa de la Competencia garantiza que los acuerdos de franquicia no lleven a la creación de monopolios o a la distorsión de la competencia entre empresas. Es importante que tanto los franquiciantes como los franquiciados sean conscientes de las implicaciones legales de sus acuerdos y no adopten prácticas que puedan ser interpretadas como anticompetitivas.
El Código Deontológico Europeo de la Franquicia
A nivel de buenas prácticas, el Código Deontológico Europeo de la Franquicia juega un papel fundamental en la regulación del sector de las franquicias. Este código establece las normas éticas y de conducta que deben seguir los franquiciantes y los franquiciados en sus relaciones comerciales. Aunque no tiene carácter vinculante, muchas de las principales redes de franquicia lo siguen para garantizar que sus operaciones se alineen con los estándares más altos de transparencia y ética.
El Código Deontológico cubre aspectos como la honestidad en la comunicación, la transparencia en los contratos, la protección de los intereses del franquiciado, y la promoción de relaciones comerciales justas y equilibradas.
La jurisprudencia en la regulación de las franquicias
Por último, la jurisprudencia juega un papel importante en la interpretación y aplicación de las leyes de franquicia en España. Las decisiones de los tribunales de justicia, tanto a nivel nacional como europeo, han influido significativamente en cómo se regulan y operan las franquicias, especialmente en cuestiones relacionadas con el incumplimiento de los contratos, la resolución de conflictos y la defensa de los derechos de los franquiciados.
¿Por qué normativa se rige el contrato de franquicia?
En España, el marco legal que regula las franquicias está compuesto por una combinación de normativas nacionales e internacionales que garantizan la transparencia y la equidad entre franquiciante y franquiciado. La Ley 7/1996, el Real Decreto 201/2010, el Reglamento (UE) 2022/720, la Ley 15/2007 de Defensa de la Competencia, el Código Deontológico Europeo y la jurisprudencia forman un entramado legal que protege los intereses de las partes implicadas y asegura un desarrollo justo y sostenible del sistema de franquicia. La correcta aplicación de estas normas es clave para el éxito de las franquicias en España y para la construcción de relaciones comerciales basadas en la confianza y la transparencia.
Nuestro resumen en 5 puntos clave por L’Express Franchise IA
(verificado por nuestro equipo editorial)
He aquí un resumen en cinco puntos clave del artículo sobre el tema: Las principales leyes que regulan las franquicias en España, un análisis completo.
Ley 7/1996 de Ordenación del Comercio Minorista: Esta ley establece el marco regulador para franquicias en España, definiendo la relación entre franquiciante y franquiciado. Destaca la obligación de información precontractual, que permite al franquiciado recibir información clave al menos 20 días antes de firmar un contrato, garantizando decisiones informadas.
Real Decreto 201/2010: Este decreto complementa la Ley 7/1996, regulando aspectos específicos de la franquicia, como el registro de contratos y los requisitos de documentación precontractual. También establece medidas de protección para el franquiciado, como acceso a formación y actualizaciones periódicas de procedimientos.
Reglamento (UE) 2022/720 sobre Acuerdos Verticales: A nivel europeo, este reglamento permite que ciertos acuerdos en contratos de franquicia sean exentos de restricciones de competencia si no dañan el mercado. Permite establecer exclusivas territoriales y precios mínimos, protegiendo la legítima relación comercial.
Ley 15/2007 de Defensa de la Competencia: Esta ley previene prácticas anticompetitivas, asegurando que los acuerdos de franquicia no generen monopolios o distorsión de la competencia. Es esencial que ambas partes sean conscientes de las implicaciones legales para evitar infracciones.
Código Deontológico Europeo y jurisprudencia: Aunque no es obligatorio, este código establece buenas prácticas en el sector, promoviendo la transparencia y la ética en las relaciones comerciales. La jurisprudencia también influye en la regulación opera, abordando casos de incumplimiento de contratos y defendiendo los derechos de los franquiciados, contribuyendo a un entorno de confianza y sostenibilidad en el sistema de franquicias.