Franquicias menores de 30

Franchising onder 30

Menores de 30 años y ya empresarios, algunos supieron muy pronto que querían ser sus propios jefes. Pero, ¿cómo se imponen frente a los empleados de más edad, cómo ganan legitimidad? ¿Cómo financias tu empresa cuando no tienes suficiente dinero?


Franquiciado de Ewigo, Arnaud Richir dirige la sucursal de La Rochelle desde 2016. Cuando montó su propio negocio, tenía 26 años y tuvo que aprender el oficio al mismo tiempo que dirigía una empresa. Nos cuenta su viaje a través de dificultades y oportunidades.

Arnaud Richir: Antes de ser franquiciado, trabajé en el sector bancario. Mis clientes eran directores de empresa y pensé que algún día también me gustaría montar mi propio negocio.

Un día vendí mi coche a través de un intermediario. No sabía nada de este trabajo, que me pareció absolutamente fantástico. Fue muy práctico poder confiar la venta de mi coche a alguien. Esto hizo posible asegurar esta transacción, que me provocaba ansiedad. Así que, como cliente, me gustó mucho el concepto. Elegí la franquicia porque no sabía nada de coches y quería sentirme apoyada.

En Franchise Expo Paris, hablaste en la conferencia “Tengo menos de 30 años, ¿puedo ser jefe? ¿Por qué participaste en esta conferencia?

Arnaud Richir: Porque estoy convencido de que es un muy buen momento para invertir. No era muy viejo cuando empecé, pero como director de sucursal me había acostumbrado a la comodidad de no estar ya en primera línea. Cuanto mayor te haces, más te acostumbras a estas comodidades, y convertirte en empresario significa renunciar a ellas. En mi opinión, es mejor hacerlo pronto. Volver a un trabajo puramente operativo y tener que lidiar de nuevo con el campo fue un verdadero golpe.

Más allá de eso, nuestro nivel de vida desciende cuando nos convertimos en empresarios, al menos durante los primeros meses. Así que preferí empezar cuando mi situación no me exigía tener ningún gasto personal fijo importante.

Arnaud Richir: Una de las primeras dificultades a las que se enfrentan los jóvenes empresarios es su credibilidad. Tenemos que responder a los clientes mayores que dudan de nosotros. Es un pensamiento legítimo, ya que tienes menos experiencia que alguien que lleva tiempo en el negocio. Así que, al principio, tienes que trabajar mucho más para ganarte la confianza de tus clientes. Esta falta de credibilidad también se aplica a los equipos. A veces tenemos que lidiar con el ego de los empleados, a los que no les gusta que les dirija alguien más joven.

Arnaud Richir: Me compré gafas sin corrección para parecer mayor (risas). Hablando más en serio, cuando se trata de clientes, lo que te da legitimidad es la preparación y la experiencia. Me preparaba antes de cada cita para averiguar todo lo que había que saber sobre el tema. Cuando llegó el cliente, yo estaba preparado.

Con respecto a los empleados, la clave principal es la humildad. Si son mayores, seguro que tienen más experiencia que nosotros y, por tanto, mucho que aportar. Es algo que debe valorarse. También es necesario que sepan que el director de la empresa no está en contra de sus empleados, sino que trabaja con ellos para llegar al mismo sitio.

Arnaud Richir: No llegues a terreno conquistado, aprovecha toda la experiencia acumulada por tus empleados y sácale el máximo partido. No debemos dudar en darles responsabilidades. Esto tiene la doble ventaja de aprovechar al máximo la experiencia de tus empleados y liberarte a ti de tareas que no podrías hacer tan bien como quienes tienen la experiencia.

Arnaud Richir: Uno de los principales obstáculos es la incertidumbre. El clima actual es de ansiedad, con la crisis de Ucrania y el aumento del coste de las materias primas y la energía. También está el riesgo de las redes sociales y el mito del dinero fácil. Hoy en día, ser empresario no es nada fácil, pero en las redes puedes encontrar ejemplos de personas que triunfan sin trabajar muy duro. Esto puede distorsionar la evaluación de los costes laborales.

Por último, la falta de dinero es el mayor obstáculo para el espíritu empresarial de los jóvenes. Pero existen ayudas para los jóvenes con un proyecto empresarial. Por mi parte, aporté 25.000 euros de mi propio bolsillo y solicité un préstamo de honor de Initiative France de 10.000 euros, que me permitió solicitar un préstamo bancario. El banquero señaló mi falta de experiencia en el negocio, pero yo tenía la ventaja de mi experiencia en el mundo bancario, lo que me facilitó las cosas: sabía lo que quería oír (risas).

Arnaud Richir: ¡Sin duda! Para los bancos, la franquicia es una ventaja real porque puedes recurrir a los balances de otros franquiciados en zonas de captación similares. Esta visibilidad del negocio les permite asegurar su riesgo. Es más, estamos demostrando un modelo de rentabilidad que ya está establecido y funciona. Esto tiene valor, sobre todo para una actividad como la nuestra que, en 2016-2017, fue innovadora.

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