Compartir buenas prácticas Es más probable que los franquiciados recurran a sus compañeros, que trabajan en las mismas condiciones que ellos y tienen idénticos puntos de comparación, que al franquiciador o a su equipo.
Ya lo dice el refrán: “Solos, avanzamos rápido. Juntos, llegamos más lejos”. Si, como franquiciado, realmente quieres llegar más lejos, necesitas apoyarte en el mayor recurso de una red: tus compañeros franquiciados. Todos los franquiciados pueden beneficiarse de la experiencia de otros directores de empresa. Tanto si son “veteranos”, en su3ª o4ª Puede que se hayan unido recientemente a la red, y estén más abiertos a las últimas novedades del franquiciador, recordando perfectamente los aceleradores hacia el éxito en la puesta en marcha y aún imbuidos de la solidaridad que recibieron de sus compañeros.
El manual operativo, si no estás seguro de recomendar a un compañero
Todos los franquiciados de una misma marca pasan por las mismas etapas, situaciones idénticas y experimentan las mismas dificultades, con los mismos recursos iniciales. Esta oportunidad sin precedentes te permite construir tu propia historia, inspirándote en los caminos, e incluso atajos, tomados por tus compañeros en las mismas circunstancias.
Sin embargo, esa ganancia inesperada no debe impedir que el franquiciado salga a conocer a líderes empresariales de otros sectores (en clubes de emprendedores)… O que a veces cuestione el consejo, la recomendación o la propina transmitida por otro franquiciado, a pesar de toda la buena voluntad expresada por su colega.
Si es así, tienes un remedio absoluto: el manual de operaciones del franquiciador. Debemos remitirnos siempre a esta biblia del saber hacer que, cuando se mantiene actualizada, cuando está realmente estructurada según la práctica diaria de la profesión y cuando pone de relieve los errores cometidos por la unidad piloto en forma de “escollos a evitar”, resulta ser un objeto útil.
Relaciones basadas en la apertura
Esta comunidad de espíritu entre franquiciados debe establecerse en cuanto seas candidato a unirte a una red, y que hayas satisfecho mutuamente los primeros intercambios y la visita de la central. Con la aprobación del franquiciador, puedes hablar con determinados franquiciados, o incluso visitar sus puntos de venta. O ponte en contacto con ellos directamente, sabiendo que pueden considerarte legítimamente un competidor que se hace pasar por candidato.
Sus opiniones no son necesariamente positivas, ni mucho menos “melosas”. La discusión suele ser franca… y a veces hostil, si el franquiciado existente tiene miedo de ver llegar a un vecino a la zona exclusiva no ocupada anteriormente que él aún podía prospectar.
Estas conversaciones, que no son necesariamente secretas, te darán una buena idea del apoyo prestado por el franquiciador, del ambiente dentro de la red y de la realidad de los conocimientos transmitidos si entrevistas a varios de ellos.
Eventos de grupo
Una vez que te hayas incorporado a la empresa, tendrás la oportunidad de relacionarte con tus compañeros en los actos del grupo (formación inicial y continua, actos regionales, convención nacional anual): ¡es más fácil hablar entre nosotros cuando puedes poner cara a una voz! Por ejemplo, es el momento de hablar con franquiciados conocidos de la red sobre su(s) tema(s) favorito(s): ventas, contratación, gestión, desarrollo empresarial, etc.
Los negocios no son sólo negocios
Sea cual sea tu nuevo trabajo, no hay nada como probarlo por ti mismo. Aparte de las etapas obligatorias(formación de descubrimiento o inmersión), todos los nuevos franquiciados, siempre que se lleven bien con otro colega, pueden perfeccionar sus conocimientos técnicos con él, o incluso dar a su personal unos días de experiencia con el vecino de la misma zona geográfica (en general).
Mejor aún, otro franquiciado con el que tengas relación puede proporcionarte sustitutos temporales en tu zona de influencia, o incluso sustitutos a largo plazo en caso de ausencia prolongada, o proporcionarte personal temporalmente. También puedes decidir poner en común tus recursos a nivel local, en el marco de una campaña publicitaria en la prensa regional.
Por último, no hay que pasar por alto las transmisiones de empresas entre franquiciados en la actividad comercial (no dependiente de una tienda): servicios técnicos para los que no tienes las competencias o incluso las certificaciones reglamentarias, empresas clientes nacionales que trabajan en varias regiones, etc.
Organismos franquiciadores: defender juntos el bien de todos
Los franquiciadores crean rápidamente comités de trabajo, es decir, un foro de debate con los franquiciados sobre cuestiones operativas o técnicas: comunicación, logística, marketing, desarrollo de conocimientos técnicos, informática, productos, compras, recursos humanos, etc.
Con unas sesenta unidades en su red, la mayoría de las veces ha creado un “Conseil des Sages” (consejo o comité consultivo), destinado a debatir cuestiones estratégicas con los franquiciados elegidos, superando el marco puramente técnico de la actividad de la empresa. Esto puede llegar hasta la mediación con los franquiciados, con un papel de arbitraje y regulación dentro de la red.
En ambos casos, sigue siendo esencial que los franquiciados recojan ideas de sus compañeros, antes de agruparlas por temas y compararlas con las del franquiciador, que ya ha reflexionado sobre el asunto.
Una visión compartida por la red tendrá más peso, porque el franquiciador siempre ha preparado los argumentos de su solución con mucha antelación. Estos organismos siguen siendo una oportunidad para abordar los problemas reales sobre el terreno y apoyar sugerencias basadas en la práctica. El franquiciador, cuyo papel implica que ya no está permanentemente frente al cliente final, y su equipo, cuyos pensamientos no son totalmente libres, no siempre son conscientes de la eficacia potencial de las acciones que no pasan por el filtro del liderazgo individual.
Clubes locales informales de franquiciados
Al poder hablar libremente con alguien de la misma empresa, sin ser competidor, sobre los mismos temas, los líderes empresariales de una red establecen vínculos entre sí de forma natural… hasta llegar a reuniones de convivencia, formalizadas en algunas regiones, que van desde una simple cena hasta una actividad integrada.
Estos momentos de compartir, que requieren un mínimo de organización y liderazgo, permiten compaginar la vida profesional y personal. Brindan la oportunidad de intercambiar consejos y trucos del oficio (recomendaciones sobre el uso de una herramienta, consejos sobre el coste de referencia de un servicio concreto, etc.), de compartir éxitos y fracasos, de incorporar localmente a los recién llegados, e incluso de transmitir sugerencias a la empresa con una sola voz. A veces, tras debates sobre temas planificados de antemano.
Fuera de estos eventos especiales, esta interactividad positiva continúa a través de varios canales de comunicación, como los grupos de WhatsApp, para pedir una solución a una situación compleja o demasiado trivial como para llamar al equipo del franquiciador… o, más trivialmente, ¡para enviarse chistes buenos!
Estas relaciones profesionales entre franquiciados, que pueden dar lugar a grandes amistades, son tan importantes en situaciones dolorosas como en el día a día, para mantener el ánimo de unos y otros. Acuérdate siempre de cultivarlas.