Desde que el sistema de franquicias se introdujera en España, allá por los años 80 del siglo pasado, poco a poco ha ido adquiriendo mayor protagonismo y despertando el interés de más emprendedores, tanto para franquiciar sus negocios como para convertirse en empresarios franquiciados. En todo ese tiempo, la franquicia se ha ido expandiendo por cada rincón de la geografía española, lo que ha dado como resultado el hecho de tener que convivir, inevitablemente, con los comercios tradicionales que funcionan en cualquier ciudad de nuestro país. Una convivencia que ha servido para revitalizar, tanto los centros urbanos como las economías locales, y si bien lo habitual es que se haya aceptado este nuevo escenario del mercado, también ha habido voces críticas y contrarias a la proliferación de las franquicias.
Expertos analizan el impacto positivo de las franquicias en el comercio local
En una realidad como la actual, con cadenas de franquicias y comercios de toda la vida, operando pared con pared en cada ciudad, hay opiniones para todos los gustos sobre esta convivencia.
Así, Xavier Vallhonrat, presidente de la Asociación de Franquicias de Cataluña (AFC), quien fuera presidente de la Asociación Española de la Franquicia (AEF) durante 22 años (de 1996 hasta 2018), asegura que “es evidente la aportación de la franquicia en la modernización comercial de los centros urbanos, basada en la sinergia generada por la capacidad planificadora de las empresas franquiciadoras y la fuerza de gestión de los franquiciados. Esta combinación ganadora ha dado excelentes resultados, porque permite atender las necesidades del consumidor, siempre que se tenga capacidad para adecuarse constantemente a la evolución de los mercados”.
Por su parte, Carlos Barbadillo, CEO de Barbadillo y Asociados Consultores, subraya que “las franquicias son un revulsivo importante para el comercio en las ciudades. Al final, aportan marcas que ya funcionan bien y que tienen tirón entre los consumidores, lo que ayuda a que ciertas zonas se mantengan vivas y con movimiento, haciendo que se renueve la oferta comercial y que las calles no se queden estancadas”.
¿Qué es una franquicia?
Es un modelo de negocio en el que una empresa (el franquiciador) otorga a un tercero (el franquiciado) el derecho a explotar su marca, su sistema operativo y su saber hacer. Este acuerdo permite que el franquiciado abra y gestione un negocio replicando un concepto ya validado en el mercado, siguiendo unas directrices comunes, pero manteniendo su independencia legal y financiera.
Para Raúl Calleja, director del Franchise Innovation Summit (FIS), un evento que celebrará su segunda edición los días 15 y 16 de octubre en el Riyadh Air Metropolitano de Madrid, “las franquicias aportan dinamismo, profesionalización y capacidad de generar empleo de forma estructurada. Complementan la oferta comercial existente y muchas veces contribuyen a revitalizar zonas comerciales, atrayendo tráfico y modernizando la experiencia de compra. Sin lugar a dudas, son marcas que aportan confianza, credibilidad y seguridad para los emprendedores”.
Críticas a la expansión de franquicias: pérdida de identidad urbana
En el lado opuesto están quienes opinan que las ciudades se parecen cada vez más entre sí, debido a la proliferación de la franquicia en sus calles. En este sentido, la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Valencia argumentaba a mediados de julio de este mismo año 2025, en el periódico ‘Levante. El mercantil valenciano’, que “hay propietarios que exprimen la gallina de oro y expulsan a los negocios tradicionales para alquilarlos a las franquicias por mucho más dinero. Pero habría que decirles dos cosas: primero, que la calle donde se emplaza su propiedad la hizo buena el antiguo comercio. Y segundo, que estas franquicias tienen mucha rotación y sus locales pueden terminar vacíos”, añadiendo que “uno ya no sabe en qué ciudad está”.
También en otra noticia publicada en el ‘Diario de Burgos’, la Asociación de Comerciantes Centro Burgos se opone a la concesión de una licencia a una franquicia de comida rápida, instando al Ayuntamiento a poner en marcha una ordenanza que regule los usos y proteja la actividad de este sector en zonas emblemáticas de la ciudad, blindando los locales históricos, al igual que se hace en Madrid o Barcelona.
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En abril de este 2025, otra noticia contraria a las franquicias saltaba a los titulares de prensa, cuando la portavoz adjunta del Partido Socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Enma López, instaba al alcalde Martínez-Almeida a actuar contra este sistema de comercialización empresarial: “La proliferación de este tipo de negocios supone una pérdida de identidad. Las ciudades cada vez se parecen más entre ellas, porque comparten los mismos negocios. Si una persona saliera del Metro y no supiera en qué ciudad está, cada vez le costaría más adivinarlo”, decía en el periódico ‘El Debate’.
Desafíos y crecimiento
Ante estas opiniones críticas, los agentes implicados en el mundo de la franquicia son conscientes de que “en ocasiones, se acusa a la franquicia de uniformizar las áreas comerciales principales de las ciudades, que cada vez se parecen más entre sí. Algo de esto hay, pero deberíamos preguntarnos por qué sucede. ¿No será que el cliente quiere que así sea?”, afirma el presidente de la Asociación de Franquicias de Cataluña, quien tiene claro que “la presencia de franquicias seguirá creciendo mientras responda a la demanda… y los alquileres puedan pagarse. Por otra parte, teniendo en cuenta que la franquicia no es más que un sistema de comercialización de un concepto de negocio, está a expensas de los cambios en las costumbres sociales y, por ello, a los cambios específicos que se den en cada sector de actividad económica”.
En parecidos términos se expresa el CEO de Barbadillo y Asociados Consultores: “El gran reto es que no se pierda la personalidad de cada barrio. Si solo vemos los mismos rótulos y las mismas tiendas, todo acaba pareciéndose demasiado y se pierde parte del encanto local. También es cierto que las franquicias suelen tener más capacidad económica para asumir rentas altas, y eso empuja los precios de los alquileres, complicando la vida a los negocios independientes”.
Y respecto al crecimiento de este modelo de comercio, aclara que “hay mucha demanda de negocios que faciliten emprender con menos incertidumbre, sobre todo en sectores como la restauración, la alimentación especializada o los servicios de salud y bienestar. Eso sí, cada vez veremos franquicias que se esfuerzan más por adaptarse al entorno urbano: locales más pequeños, decoraciones que encajen con el barrio y una apuesta por la cercanía con el cliente. También habrá más regulaciones que busquen proteger la diversidad comercial, así que el crecimiento seguirá, pero con ciertos matices y estará más controlado”.
En definitiva, y como suele decirse, “nunca llueve a gusto de todos”, y “hay opiniones para todos los gustos”; lo importante es que franquicias y comercios tradicionales “se complementen perfectamente y cada uno encuentre su espacio”, finaliza Carlos Barbadillo.
Nuestro resumen EN
5 puntos clave
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(Verificado por nuestra redacción)
Aquí tienes un resumen en cinco puntos clave del artículo sobre el tema: “Cara a cara: la franquicia, ¿factor clave para la vitalidad de los centros urbanos?”.
Impacto dual de las franquicias
Modernizan y revitalizan el comercio urbano, pero también generan críticas por homogeneizar las ciudades.
Opiniones a favor
Expertos destacan su capacidad para atraer tráfico, generar empleo y profesionalizar la oferta comercial.
Críticas desde asociaciones
Comerciantes denuncian la presión sobre los alquileres y la pérdida de identidad local.
Retos futuros
Adaptar las franquicias al entorno urbano, conservar la personalidad de cada barrio y fomentar la convivencia con el comercio independiente.
Tendencia moderada
El crecimiento de franquicias seguirá, pero con mayor control, nuevas regulaciones y adaptación al entorno.











