La franquicia es considerada un sistema de negocio que moderniza el comercio y el tejido empresarial de las ciudades, porque en su ADN lleva implícita la innovación y la capacidad de adaptarse rápidamente a las demandas y necesidades de los consumidores y de un mercado en continuo cambio. Sin embargo, también se alzan voces contrarias a la proliferación de los establecimientos gestionados como franquicia, debido a que, según esas opiniones críticas, canibalizan y ponen en peligro la permanencia del comercio tradicional que opera en cualquier localidad española.
La convivencia entre franquicias y comercio local es posible y necesaria
La pregunta entonces es si ambos, franquicias y pequeño comercio, pueden convivir. En este sentido, Pablo Gutiérrez, socio director general de operaciones de la consultora mundoFranquicia, con 25 años de trayectoria en el mercado, opina que las franquicias y el comercio tradicional “pueden y deben convivir para impulsar el desarrollo comercial de una zona, ya que esta coexistencia ofrece al consumidor una propuesta variada y competitiva, combinando la cercanía del comercio local con la solidez de las cadenas nacionales e internacionales. Esta diversidad en la oferta estimula el consumo y enriquece la experiencia de compra”. Además, añade que “el pequeño comercio tiene un valor único: la cercanía, el conocimiento del cliente y el producto o servicio local. Por su parte, las franquicias aportan los productos y servicios nacionales e internacionales. Ambas formas de comercio pueden colaborar y crear sinergias. La clave está en fomentar un ecosistema comercial variado, con espacio tanto para iniciativas locales como para proyectos consolidados, porque son esa diversidad y ese equilibrio los que enriquecen el tejido urbano y económico de nuestras ciudades”.
La combinación de tradición e innovación fortalece el comercio local
A su vez, Raúl Calleja, director del Franchise Innovation Summit (FIS), un evento que celebrará su segunda edición los días 15 y 16 de octubre en el Riyadh Air Metropolitano de Madrid, considera que “la convivencia es una realidad necesaria. Ambos modelos pueden complementarse si se entienden y gestionan bien. La diversidad del cliente y consumidor, sus demandas y necesidades, vienen cubiertas por una necesidad de oferta comercial. El comercio tradicional aporta cercanía y singularidad, mientras que las franquicias introducen innovación y estándares de calidad, pero también muchos nuevos conceptos probados y testados, que enriquecen la imagen comercial de cualquier municipio. Lo importante es construir ecosistemas urbanos equilibrados que den espacio a ambos”.
Para Jesús Capitán, director general de Sdeyf, la consultora de franquicias decana en España y miembro de Front Consulting International (FCI), la red internacional de consultores de franquicias integrada por 24 países, “desde principios de los años 90 del siglo pasado, el sistema de franquicias ha ido posicionando marcas en diferentes rincones de las ciudades alrededor del mundo. Este crecimiento ha generado una percepción errónea: que las franquicias están acabando con el pequeño comercio, y nada más lejos de la realidad. Franquicia y comercio local pueden convivir, pero hay condiciones para que esta convivencia sea armónica. Si la franquicia es operada por gente del barrio, si genera empleo local y se involucra en actividades comunitarias, se convierte en un actor positivo para la economía de proximidad”.
La franquicia aporta dinamismo y profesionalización
No obstante, para que pueda existir esa convivencia entre las franquicias y el comercio de proximidad, este sistema de negocio debe realizar algunas aportaciones al tejido comercial de cada localidad en la que se implante. En palabras del socio director general de operaciones de mundoFranquicia, “las franquicias introducen modelos de negocio probados en el municipio, lo cual aporta dinamismo, profesionalización y estabilidad al comercio local. Además, generan empleo directo, atraen inversión, generan confianza entre los consumidores y contribuyen a revitalizar zonas comerciales que, de otro modo, podrían quedar estancadas. Además, las franquicias inspiran al comercio local a mejorar su competitividad en el mercado”.
En parecidos términos se expresa el director general de Sdeyf: “Las franquicias aportan al comercio de cada población nuevas experiencias de consumidor, calidad, precio competitivo y soluciones de proximidad. Una franquicia que se comporta como comercio de proximidad puede aportar beneficios sociales y económicos reales a su entorno, siempre que esté integrada en la comunidad, sea gestionada localmente y no actúe como una isla comercial”.
Foro Ciudades y Franquicias: una iniciativa para potenciar el comercio
Con el objetivo de facilitar esa convivencia entre las franquicias y el comercio local, el encuentro Franchise Innovation Summit, organizado por la Asociación Española de la Franquicia (AEF) y por la empresa Show2Be, ha puesto en marcha la iniciativa Foro Ciudades y Franquicias, que, según explica Raúl Calleja, “está pensada para generar, antes durante y después de la celebración del FIS en cada una de sus ediciones, un espacio de diálogo entre el modelo de franquicia, las marcas en expansión que buscan emprendedores y empresarios locales, y las realidades del comercio urbano de las diferentes ciudades y municipios. Nuestro objetivo es acercar esta iniciativa a instituciones, empresarios, inversores y expertos para analizar cómo las franquicias pueden integrarse de manera positiva y sostenible en el tejido comercial de las ciudades”.
Desde la AEF, su director ejecutivo, Eduardo Abadía, está convencido del “potencial de las franquicias como motor de desarrollo económico y social en las ciudades y territorios, permitiendo la llegada de grandes marcas, la profesionalización del comercio y el impulso del emprendimiento”.
Por el momento, ya hay varias ciudades que se han sumado al Foro Ciudades y Franquicias, tras mantenerse reuniones con sus alcaldes o los concejales de comercio, empleo y economía. Es el caso de Chiclana de la Frontera (Cádiz), Palencia o Toledo, y otras están en vías de hacerlo, como Jerez, Salamanca, Valladolid y Madrid.

En definitiva, son muchas las ventajas que ofrecen las franquicias a la hora de convivir con los comercios locales: genera empleo, dinamiza la zona, se eleva el nivel de consumo, atrae clientela… lo cual redunda en beneficio de los negocios tradicionales de toda la vida, y demuestra que ambas fórmulas de comercialización son compatibles y pueden complementarse sin ningún tipo de problemas.
Nuestro resumen en 5 puntos clave por L’Express Franchise IA
(verificado por nuestra redacción)
Aquí tienes un resumen en cinco puntos clave del artículo sobre el tema: ¿Por qué las franquicias de salud y autocuidado son una apuesta segura?
El impacto de las franquicias en el empleo: Las franquicias se consideran un motor de empleo en España y han demostrado su capacidad de recuperación post-pandemia, con un aumento significativo en la contratación, ofreciendo una experiencia diversa y atractiva para los consumidores.
Convivencia entre franquicias y comercio local: La coexistencia de franquicias y comercios tradicionales es posible y beneficiosa, ya que ambas ofrecen propuestas complementarias. Las franquicias aportan innovación y estabilidad, mientras que el comercio local brinda cercanía y especialización, enriqueciendo la experiencia del consumidor.
Dinamismo y profesionalización: Las franquicias introducen modelos de negocio probados que aportan dinamismo y generan empleo, además de contribuir a la modernización del comercio local. Esto permite una mejora en la competitividad y referencia de calidad, atrayendo más clientes.
Iniciativas para facilitar la cooperación: El Foro Ciudades y Franquicias, surgido para promover el diálogo entre franquicias y el comercio urbano, busca fomentar relaciones positivas y sostenibles, analizando cómo estas asociaciones pueden integrarse en el tejido comercial local.
Ventajas para el tejido comercial: Las franquicias generan empleo, dinamizan zonas comerciales y elevan el nivel de consumo. Al hacerlo, benefician también a los negocios tradicionales, demostrando que ambos modelos de comercialización pueden coexistir y complementarse mutuamente sin problemas.