En el mundo empresarial, el fondo de comercio es una entidad compleja, que combina elementos tangibles e intangibles.
En el centro de esta dinámica, el cliente desempeña un papel clave, dando forma a la esencia misma de esta estructura económica.
¿Qué incluye el fondo de comercio?
El fondo de comercio, fundamento esencial de toda actividad comercial, reúne una serie de elementos, tanto materiales como inmateriales, que desempeñan un papel crucial en el funcionamiento de una empresa.
Este conjunto de elementos forma un todo indisociable, sobre todo en el caso de la franquicia, donde la cohesión y la transmisión uniforme de las prácticas comerciales revisten especial importancia.
El fondo de comercio no se limita al mundo físico; también ha evolucionado para adaptarse al contexto digital.
La aparición del comercio online ha dado lugar al fondo de comercio electrónico.
Aunque sus categorías de elementos son similares a las del comercio tradicional, se requieren ajustes específicos para explotar un negocio online.
Los clientes de Internet son distintos de los de las tiendas físicas.
También hay que distinguir entre la composición de la empresa y la empresa en sí.
La desaparición, destrucción o venta de los componentes individuales no daría lugar a la disolución de la empresa, pero su existencia es inseparable de la presencia de una clientela.
El fondo de comercio es de vital importancia, pues desempeña un papel decisivo en la evaluación del valor de mercado de una empresa.
Su valor está intrínsecamente ligado al de la clientela que posee.
También es importante no confundir dos términos cruciales: clientela y fondo de comercio.
Mientras que el fondo de comercio representa una clientela pasiva, como la de una empresa con un monopolio en un lugar concreto, la creación de una empresa requiere el establecimiento de su propia clientela.
Estos clientes están comprometidos con el minorista y sus productos, y están dispuestos a desplazarse para acceder a ellos.
¿Qué son los activos materiales e inmateriales?
Los activos materiales incluyen diversos artículos, como bienes, herramientas, instalaciones y equipos.
Una valoración precisa de los bienes materiales es crucial debido a su tratamiento fiscal específico, que puede dar lugar a obligaciones de pago del IVA.
Los bienes inmateriales se dividen en dos categorías distintas.
En primer lugar, los bienes inmateriales ordinarios incluyen componentes esenciales como los clientes (o fondo de comercio), el derecho de arrendamiento y la razón social o nombre comercial.
Por lo general, estos elementos se transfieren junto con otros, salvo que se estipule lo contrario en laescritura de transferencia.
Por ejemplo, si el cesionario desea cambiar el nombre de la empresa, o si el cedente prefiere conservar su rótulo para utilizarlo en otro lugar, puede incluirse una cláusula específica en la escritura.
Los activos intangibles extraordinarios incluyen los derechos de propiedad literaria, artística e industrial, como patentes, marcas y diseños.
Los premios o medallas oficiales obtenidos en el transcurso de la actividad del vendedor también entran en esta categoría.
En principio, estos activos inmateriales no están destinados a venderse con la empresa, salvo que la escritura de compraventa estipule claramente lo contrario.
Es imprescindible llevar a cabo una valoración meticulosa de estos activos intangibles, ya que su naturaleza volátil puede plantear problemas.
La cartera de clientes, que a menudo está vinculada a la personalidad del operador, las patentes que pueden ser impugnadas, un contrato de arrendamiento incompatible con determinadas actividades o un proyecto de alineación de fachadas son factores que hay que tener en cuenta.
Comprar una empresa: ¿cuáles son las ventajas ?
Para cualquiera que esté planeando lanzar un negocio, la adquisición de una empresa tiene ventajas significativas.
Por un lado, el empresario se beneficia inmediatamente de los componentes tangibles e intangibles, incluidos los locales operativos y cualquier equipo necesario.
Por otra parte, la continuidad del negocio asegura una cartera de clientes, garantizando unas ventas mínimas desde los primeros meses.
Además, el comprador hereda la imagen y la reputación del anterior operador o marca, lo que puede facilitar su entrada en el mercado.
El capital adquirido también incluye el directorio de proveedores y socios, lo que facilita la transición.
¿Quién puede comprar una empresa?
En cuanto a la propiedad, cualquier persona legalmente capacitada para poseer bienes puede convertirse en propietaria de una empresa.
Esto incluye a particulares, empresas y otras entidades jurídicas como sociedades, asociaciones y fideicomisos.
La diversidad de entidades que pueden adquirir un fondo de comercio refleja la flexibilidad jurídica que rodea a estas transacciones.
¿Cómo compro una empresa?
Adquirir una empresa es un procedimiento complejo y oficial.
El vendedor debe informar al Ayuntamiento de la propuesta de venta de la empresa.
El Ayuntamiento dispone entonces de un plazo de dos meses para ejercer su derecho de tanteo.
Luego está la redacción de la escritura de compraventa de la empresa, que requiere la inclusión de una serie de datos cruciales, como el precio de venta, la situación de los gravámenes y prendas sobre la empresa, y el volumen de negocio y los resultados de los tres años anteriores.
También deben incluirse en la escritura otros detalles, como el nombre del vendedor anterior y el precio de compra, así como las condiciones del arrendamiento comercial.
El comprador, por su parte, debe registrar la escritura de compraventa en el Servicio de Impuestos de las Empresas para determinar los derechos de registro y los impuestos adicionales.
Además, el comprador debe publicar un anuncio en un boletín oficial en los 15 días siguientes a la venta.
A esta publicación le sigue una solicitud de inscripción en el Registro Mercantil y de Sociedades por parte de los Centros de Formalidades de las Empresas (CFE).
Por último, el comprador debe publicar un anuncio en el Boletín Oficial de Anuncios Civiles y Comerciales (BODACC) en un plazo de tres días a partir de la publicación del anuncio legal.
¿Cuáles son las distintas formas de transmitir una empresa?
Una empresa puede transmitirse a título oneroso, mediante una venta o una aportación a una sociedad.
También puede tener lugar a título gratuito, como parte de una herencia.
En este último caso, el mecanismo de atribución preferente es esencial para garantizar que se preserva la unidad económica de la empresa.
Pignoración de activos empresariales
La prenda de una empresa es un mecanismo esencial en el sector financiero, que ofrece una garantía eficaz a los acreedores.
Este contrato, que se registra y deposita en el registro del tribunal, permite al deudor pignorar los elementos intangibles de la empresa a favor del acreedor.
Se trata de la cartera de clientes, el fondo de comercio, el nombre, la razón social y los derechos de arrendamiento.
Si no se paga la deuda, el acreedor obtiene un derecho sobre estos elementos.
Este tipo de prenda puede establecerse por orden judicial, sobre todo cuando la situación financiera del deudor entraña riesgos, o cuando el crédito solicitado no está directamente vinculado a una inversión concreta.
Una empresa es la columna vertebral de cualquier actividad comercial, y comprende una serie de activos tangibles e intangibles.
Adquirirla ofrece ventajas significativas, y transferirla requiere una comprensión detallada de los mecanismos legales implicados.