La franquicia es un modelo de negocio que ha crecido mucho en los últimos años y, de hecho, todos los informes publicados con los datos del año pasado confirman la solidez del sistema y que todavía tiene mucho margen de crecimiento. Hoy en día, es una alternativa que gana peso entre los que quieren emprender, aunque con el apoyo de una marca consolidada detrás. Aunque también sabemos que hay ideas equivocadas y mitos que no ayudan al sector.
“Ser franquiciado es caro”, “solo funciona con grandes marcas”, “no es rentable si no estás en una gran ciudad”, “los franquiciadores solo quieren cobrar y crecer”, “el contrato está hecho solo para proteger a la central”… Y como estas, un sinfín de afirmaciones sobre franquiciados y franquiciadores que distan mucho de la realidad.
Como si repetir mil veces una mentira la convirtiera en verdad, todos estos clichés están presentes y nos alejan de lo importante, que es entender cómo funciona una franquicia, qué podemos esperar de cada parte y dónde están los retos (y las ventajas).
¿Cuáles son los prejuicios más comunes sobre las franquicias?
Una de las ideas equivocadas sobre las franquicias es que restan libertad al emprendedor, y que todo está tan controlado que no hay espacio para la creatividad ni para imponer una visión propia. Es cierto que al convertirte en franquiciado, necesitas seguir unas directrices, porque esa enseña tiene ya su propia identidad, valores, marketing y todas las acciones deben mantener la coherencia.
Eso sí, un franquiciado siempre tiene margen para personalizar su negocio, sobre todo basándose en las particularidades del mercado local (en el caso de las franquicias físicas) o del tipo de clientela. Y esto, en sí mismo, ya es una ventaja. “Cuentas con un modelo de negocio estructurado y optimizado. Obviamente, te pone varios pasos por delante”, explica Alberto García, franquiciado de Kids&Us, red de academias de inglés para los más pequeños.
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“Solo sirve si estás en una gran ciudad”
Tampoco es cierta esta afirmación. “La clave es adaptar el plan de negocio a tu unidad y medir las desviaciones de forma constante”, añade García. Es decir, es importante analizar bien si el concepto encaja con tu mercado, y por eso insiste en la necesidad de acompañarte de profesionales independientes que ayuden a aterrizar las cifras y estudiar el entorno local.
“Las franquicias son poco rentables”
También hay quien cree que las franquicias son poco rentables, pero no es una afirmación que podamos dar por sentado. Lógicamente, depende de la gestión del negocio, de los costes y del equipo. “Te tienen que salir los números, y no se puede llevar a cabo ningún cometido sin un equipo. Aquí, buscar los perfiles, gestionar el grupo, implicar y trabajar el sentimiento de pertenencia son aspectos fundamentales”, señala.
¿Es caro invertir en franquicias y la rentabilidad es baja?
Cada unidad maneja sus propias cifras. El canon de entrada puede parecer elevado en algunas marcas, pero también hay que pensar en todo lo que aporta a cambio. Si el franquiciador cumple con su parte —apoyo, marca, procesos, acuerdos con proveedores—, la inversión va a estar garantizada y es mucho más rentable que emprender desde cero.
¿Y el franquiciador? Ni control absoluto ni abandono
Los hay que piensan que el franquiciador solo está para cobrar el canon, crecer a toda velocidad y desentenderse del día a día de sus unidades. No es así, porque la central debe cumplir siempre con su parte del contrato, tanto en el día a día como cuando las cosas no van bien. “En los momentos de crisis es cuando deben ser más sólidas las estructuras de la franquicia”, reconoce.
Y cree que la pasada pandemia de la Covid-19 es un ejemplo reciente para ver cómo actuaron muchas grandes marcas. Las que supieron reaccionar, acompañaron y ayudaron a sus unidades son las que salieron fortalecidas de la crisis.
¿Es cierto que el contrato solo protege a la central?
No, porque las dos partes tienen derechos y obligaciones, y hay términos muy claros que conviene tener en cuenta antes de convertirte en franquiciado. En cualquier caso, el consejo de García es tener siempre un asesoramiento independiente. Aunque se pueda ver como un gasto, según él “estamos invirtiendo en nuestra decisión”.
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La confianza mutua es la mejor receta del éxito
Hay pocas cosas más importantes y que sostengan tanto un negocio como la confianza, y por supuesto debe ser mutua. “Central y franquiciado deben encontrar los canales de comunicación que ayudan a no confrontar y a aprender de la experiencia conjunta”, añade García.
¿Un consejo para quien esté valorando entrar en una red?
“Habla con otros franquiciados. No con uno, con varios. De distintas zonas, con distintos recorridos, en momentos distintos”. De esta manera, siempre tendrás una visión real del modelo y comprobarás de primera mano que los clichés de los que todo el mundo habla no están siempre presentes en el mundo real.
Sí, el franquiciador pone el marco y la marca, pero el franquiciado da vida al negocio. Y por eso debe haber respeto, voluntad de colaboración y buena sintonía entre ambas partes.
Nuestro resumen en
5 puntos clave
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(Verificado por la redacción)
Aquí tienes un resumen en cinco puntos clave del artículo sobre el tema: “Franquicias sin prejuicios: desmontando ideas equivocadas”.
Montar franquicias no restan libertad
El franquiciado sigue directrices, pero puede adaptar su negocio al mercado local.
La rentabilidad depende de la gestión
El franquiciado sigue directrices, pero puede adaptar su negocio al mercado local.
No solo funcionan en grandes ciudades
Lo importante es analizar bien el entorno y ajustar el plan de negocio.
Invertir en franquicia no siempre es caro
El canon se compensa con apoyo, procesos y marca consolidada.
La relación debe basarse en confianza mutua
Comunicación constante entre central y franquiciado es clave para el éxito.











