Abajo las ideas preconcebidas sobre la franquicia

abajo las ideas preconcebidas sobre la franquicia

Demasiado caro, demasiado regulado, demasiado restrictivo… La franquicia es víctima de una serie de ideas preconcebidas y tópicos. Y esto se aplica tanto a los franquiciados como a los franquiciadores. Dejemos las cosas claras, y nada más que la verdad.


En la franquicia, ciertos prejuicios mueren con fuerza. Al no estar familiarizados con la fórmula, algunos empresarios tienen miedo de dar el paso, mientras que otros se imaginan que no tendrán nada que hacer porque el concepto es llave en mano. El mismo síndrome se aplica a los franquiciadores: muchos creen que todo lo que necesitan hacer es reclutar franquiciados para lanzar una red y convertirse en el “Pablo” o el “Midas” del mañana. Para distinguir lo verdadero de lo falso, aquí tienes una lista de las 10 ideas erróneas más comunes sobre la franquicia.

Franquiciados

1/Franquiciar significa tener éxito siempre

Falso: la franquicia no es un seguro a todo riesgo. Por supuesto, las posibilidades de éxito son mayores porque no empiezas de cero: te beneficias de un concepto probado. Pero también eres un empresario como cualquier otro: eres responsable de dirigir tu empresa, contratar personal, gestionar la administración y hacer crecer tu negocio.

2/El proceso es interminable

Falso: No son ni más largas ni más tediosas que cuando montas una empresa convencional. Se tarda entre 3 y 12 meses en encontrar la marca que te conviene, conocer a los franquiciadores, hacer un curso de inmersión, firmar el contrato, encontrar el local y la financiación y, finalmente, abrir tu punto de venta. Incluso ahorrarás tiempo, porque franquiciar significa que puedes ponerte en marcha más rápidamente que crear tu propio negocio. La única diferencia es que leer el DIP y el contrato puede llevar un poco de tiempo porque son muy complejos. ¿La solución? Pide ayuda a un abogado especializado.

3/La franquicia es muy – demasiado – cara

Verdadero y falso: Cuando se pregunta sobre la franquicia*, éste es el obstáculo número uno para los propietarios de proyectos. Es cierto que un proyecto de franquicia puede representar una inversión mayor que una puesta en marcha tradicional. Pero es comprensible. Tienes que pagar por los conocimientos transmitidos por el minorista, los servicios prestados (promoción, formación, publicidad, asistencia) y, a veces, por el equipamiento de la tienda, el material especial y las existencias. Todos estos “pequeños extras” había que pagarlos. Las inversiones iniciales pueden oscilar entre 30.000 euros (corretaje, resolución de problemas, soporte informático, etc.) y 200.000 euros, y pueden superar los 500.000 euros en los sectores de la restauración y el comercio minorista. Para financiar estas cantidades, el 80% de los franquiciados recurren al crédito bancario.

4/Adiós a mi libertad de acción

Verdadero: Aunque seas un empresario independiente, tendrás que acatar las normas y procesos de la red. También te visitará regularmente un comercial, estarás sujeto a auditorías y controles de higiene, se medirán tus resultados, tendrás que aceptar invertir -a veces a regañadientes- si cambias la disposición de tus puntos de venta… En resumen, no podrás hacer lo que quieras, pero no te preocupes, también tendrás cierto margen de maniobra. Por ejemplo, puedes forjar asociaciones locales, organizar catas y actos, y hacer oír tu voz participando en comités temáticos….

5/Es imposible hacer negocios en familia

Falso: Al contrario, a algunas redes les encantan las asociaciones entre cónyuges, sobre todo en panaderías, floristerías y restaurantes. ¿Por qué? Las parejas suelen complementarse y los papeles se comparten más fácilmente. Sin embargo, deben evitarse las actividades que generan márgenes bajos (por ejemplo, las pequeñas actividades de servicios) y que no pueden pagar a todo el mundo.

6/ Es difícil transmitir tus ideas dentro de la red

Falso: la mayoría de las redes de franquicia ofrecen a los franquiciados la posibilidad de participar en grupos de trabajo o comités temáticos (compras, marketing, publicidad, etc.). Estos foros de diálogo permiten una comunicación bidireccional entre el responsable de la red y el terreno. Muchas iniciativas parten de los franquiciados para mejorar la oferta de productos, responder a las nuevas expectativas de los clientes… La cooperación y la inteligencia colectiva existen para quienes quieran implicarse.

Por parte de los franquiciadores

7/ Para lanzar una franquicia, sólo tienes que duplicar tu modelo

Falso: No transformas tu pequeña floristería en Monceau Fleurs ni tu empresa de puericultura en Babychou de la noche a la mañana. La franquicia es un verdadero negocio con sus propios códigos, normas y obligaciones: el concepto debe ser atractivo, rentable, basado en el saber hacer y, sobre todo, duplicable. Si no es así, no hace falta ir más lejos, porque la propia definición de la fórmula se basa en estos cuatro pilares. El proceso de “franquicia” también implica varias etapas: crear un centro piloto, redactar un DIP y un contrato, establecer un programa de formación, contratar a los primeros franquiciados, etc. En resumen, se necesita tiempo (al menos un año) y dinero para desarrollar una red digna de ese nombre.

8/No puedes confiar en un franquiciado con poca o ninguna experiencia

Falso: La franquicia es una forma estupenda de reciclarse, y el 76% de los franquiciados son antiguos empleados*. Gracias a la formación inicial, los franquiciados, incluso los que no tienen experiencia en el sector, pueden adquirir fácilmente los métodos y conocimientos técnicos que necesitan. Lo más importante que hay que comprobar al contratar es la motivación de los futuros candidatos, su perspicacia comercial y su capacidad de adaptación. Estas cualidades marcarán la diferencia.

9/ Tengo que buscar locales en lugar de mi franquiciado

Falso y verdadero: No depende del franquiciador encontrar locales, sino del franquiciado. Sin embargo, dada la escasez de locales comerciales, cada vez más franquiciadores compran locales que luego ofrecen a sus socios franquiciados. Al final, siempre es el franquiciador quien valida los locales: puede rechazar los locales encontrados por el franquiciado, pero nunca puede imponer su propia lista de locales.

10/ Un concepto de franquicia no debe cambiar

Falso: Hábitos de consumo cambiantes, click & collect, digitalización… la sociedad avanza deprisa y los minoristas deben adaptarse constantemente a su mercado innovando. Esto puede implicar rediseños de tiendas, nuevos posicionamientos de productos, servicios personalizados, ofertas comerciales más atractivas, etc. Es permaneciendo competitivos e innovando continuamente como los franquiciadores tienen más éxito y siguen siendo sostenibles.

*15a y 18a encuesta de franquicia Banque Populaire/FFF

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