Cuando un empresario crea una empresa, la elección de la ubicación es importante. Optar por comprar un local comercial es una alternativa a las limitaciones de un alquiler. Más allá de los aspectos prácticos de espacio, entrada, logística y comodidad, este planteamiento ofrece una autonomía importante. Descubre cómo esta opción te permite evitar ciertas limitaciones, realizar obras de acondicionamiento, deducir ciertas cargas y revalorizar el patrimonio de tu empresa.
¿Debo alquilar o comprar un local comercial?
Tanto si se trata de una franquicia como de otra forma de negocio, la decisión entre comprar o alquilar un local comercial depende en gran medida de la fase de desarrollo de la empresa.
Para una empresa joven, cuyos recursos financieros pueden ser limitados, el arrendamiento ofrece una solución flexible que permite canalizar los fondos hacia el desarrollo del negocio.
El alquiler también tiene la ventaja de que es fácil de adaptar a medida que crece la empresa, sobre todo en lo que respecta al número de empleados, mientras que la compra puede suponer que los locales estén demasiado anclados geográficamente.
Por otra parte, si una empresa dispone de importantes recursos financieros, que le permiten adquirir locales comerciales sin comprometer sus finanzas, la compra puede ser una opción muy atractiva.
Las empresas financieramente estables, con un sólido control de sus costes, pueden considerar la compra como una estrategia a largo plazo, que ofrece mayor libertad y seguridad.
¿Cómo compro un local comercial?
Adquirir un local comercial es una opción estratégica para muchos empresarios, ya que ofrece una autonomía y una flexibilidad operativa considerables.
Antes de embarcarte en este proceso, es esencial encontrar el local comercial ideal para el negocio que tienes en mente.
Las plataformas de publicidad online, como los sitios web especializados, ofrecen una primera oportunidad para filtrar los inmuebles disponibles.
El boca a boca y la información a tu red sobre tu búsqueda también son métodos eficaces.
Explorar las calles comerciales puede resultar fructífero, detectando carteles de “se vende”.
Las cámaras de comercio, los ayuntamientos y otras autoridades locales son fuentes adicionales, que a menudo publican anuncios de propiedades en venta.
Al comprar un local comercial, tienes que decidir si compras un local desocupado u ocupado.
Comprar un local desocupado ofrece una gran flexibilidad, ya que permite al comprador acondicionar el espacio según sus necesidades.
Sin embargo, hay costes asociados al acondicionamiento del local.
Por el contrario, comprar un local ocupado garantiza una rentabilidad inmediata gracias a los alquileres recibidos de los inquilinos existentes, lo que facilita la búsqueda de un inquilino.
La elección del estatus de compra también desempeña un papel crucial.
Hay varias opciones de compra posibles, como la compra directa por la propia empresa, la compra a través de una Société Civile Immobilière (SCI) en la que la empresa se convierte en socia, o la compra a través de un arrendamiento inmobiliario.
La compra en nombre propio ofrece flexibilidad financiera, pero los aspectos personales y profesionales pueden llegar a confundirse.
Constituir una Société Civile Immobilière (SCI) separa la actividad empresarial de los activos inmobiliarios, lo que facilita su gestión y transmisión.
Antes de concluir la compra, hay que evaluar cuidadosamente una serie de criterios.
La ubicación del local comercial, su visibilidad, la zona circundante, los proyectos futuros y el reglamento de copropiedad son factores esenciales.
También es esencial consultar los estudios técnicos para asegurarse de que el inmueble está en buenas condiciones.
Es esencial realizar una valoración del local comercial, teniendo en cuenta la ubicación y las características.
Una vez fijado el precio, se puede firmar un preacuerdo de compraventa, seguido de la escritura de compraventa ante notario para oficializar la compra.
¿Cómo puedo financiar la compra de un local comercial?
La financiación de la compra de locales comerciales suele implicar la obtención de un préstamo bancario, total o parcial.
En la mayoría de los casos, los alquileres futuros se destinan a cubrir las cuotas mensuales.
Hay dos opciones principales a disposición de las empresas que se plantean la adquisición de locales comerciales: el crédito empresarial, que permite obtener una superficie mayor de la que permitiría la capacidad de autofinanciación de la empresa, y el arrendamiento inmobiliario, una alternativa atractiva cuando la empresa no puede movilizar una gran aportación de capital.
El leasing acelera la amortización del activo y ofrece importantes ventajas fiscales, como la deducción de los pagos de alquiler para reducir el impuesto de sociedades.
A menudo se recomienda recurrir a un intermediario para obtener condiciones de préstamo flexibles y preferentes.
Una alternativa interesante para financiar la compra de locales comerciales es utilizar los fondos propios de la empresa.
Esta elección depende en gran medida de la contribución de la empresa, su situación financiera y su estrategia de desarrollo a largo plazo.
Utilizando fondos propios, la empresa puede tener un control financiero más directo sobre la compra del local comercial, lo que ofrece cierta flexibilidad en términos de gestión financiera.
La decisión entre pedir un préstamo y utilizar fondos propios dependerá a menudo de la contribución de la empresa, sus prioridades financieras y sus objetivos de crecimiento.
¿Cuánto debes aportar para la compra de un local comercial?
La compra de locales comerciales suele implicar la obtención de un préstamo.
Es vital determinar una contribución financiera adecuada para apoyar este proceso.
La contribución puede proceder de los fondos propios de la empresa, de financiación externa o de una combinación de ambos.
Una aportación sustancial reducirá el importe del préstamo necesario y aliviará futuras cargas financieras.
Sin embargo, es esencial encontrar el equilibrio adecuado, ya que una aportación demasiado elevada puede limitar tu capacidad para financiar otros proyectos.
Por tanto, es esencial una evaluación cuidadosa de los requisitos financieros específicos de la compra de locales comerciales para determinar una aportación inicial adecuada.
¿Quién puede comprar locales comerciales?
La compra de locales comerciales no está reservada a una categoría específica de compradores, y puede realizarla una persona física o jurídica.
Cualquier empresa, sea cual sea su forma jurídica, puede plantearse la compra de las paredes de su local comercial.
Ya sea una empresa unipersonal, una sociedad anónima, una sociedad de responsabilidad limitada (SARL) o cualquier otro tipo de empresa, la opción de comprar locales comerciales sigue abierta.
Sin embargo, esta decisión debe meditarse cuidadosamente, y la empresa debe evaluar su capacidad financiera a largo plazo, en particular previendo los costes asociados al préstamo, como la contribución personal, los gastos de notaría y cualquier gasto futuro asociado a la propiedad.
Tanto si ejercen una actividad comercial como si no, los particulares o empresarios pueden comprar locales comerciales, a título personal o en nombre de la empresa que dirigen.
En cuanto a la inversión en alquileres, aunque el alquiler de inmuebles residenciales sigue siendo la forma más común de inversión, los inversores también tienen la opción de adquirir locales comerciales para alquilarlos a empresas que buscan espacio de trabajo o fondo de comercio.
Esta diversificación de la inversión suele ofrecer oportunidades de compra más asequibles, al tiempo que ofrece rendimientos de alquiler potencialmente más elevados.
De este modo, los inversores pueden aprovechar la creciente demanda de locales comerciales al tiempo que diversifican su cartera de inversiones.