Convertirse en franquiciado es una aventura emocionante y estimulante para cualquiera que tenga la ambición de ser su propio jefe. Sin embargo, el éxito como franquiciado no se consigue simplemente firmando un contrato de franquicia.
Franquicia L’Express te da los pasos clave a seguir para maximizar tus posibilidades de éxito como franquiciado.
Entender cómo funciona la franquicia
Es esencial que los franquiciados comprendan cómo funciona la franquicia. Pero, ¿qué es una franquicia? La franquicia es un modelo empresarial en el que un franquiciador -el propietario de una marca- autoriza a un empresario independiente -el franquiciado- a utilizar su concepto y su saber hacer a cambio de una compensación económica. El franquiciado debe cumplir las normas de calidad de la marca y comprometerse a ofrecer un servicio y/o unos productos que respondan a las expectativas de los clientes y del franquiciador. Sin embargo, hay contratos diferentes. Comisión de afiliación, concesión, licencia de marca o arrendamiento de gestión: infórmate bien sobre estos contratos. Es importante que comprendas todas las diferencias y similitudes entre los contratos.
Además, la organización de una franquicia no es la misma que la de una empresa ajena a la red. La relación con el franquiciador es un elemento clave en tu aventura. El franquiciador es un socio esencial para el franquiciado, que debe ser capaz de comunicarse eficazmente con él para discutir sus necesidades y preocupaciones. Infórmate sobre el apoyo que el franquiciador presta a los nuevos franquiciados. Formación inicial y/o continua, kit de comunicación, locales: todos estos son puntos que debes conocer antes de comprometerte.
Encuentra el sector y la marca adecuados para ti
El sector y la marca son factores igualmente importantes para el éxito de una franquicia. Para empezar, el sector en el que operará tu futura franquicia debe interesarte. No tiene sentido embarcarse en una aventura en un campo que no te atrae lo más mínimo; estarás corriendo hacia tu propia ruina. También debes comprobar que la marca con la que quieres iniciar un negocio está en consonancia con tus valores y objetivos. Es importante que sepas exactamente lo que quieres de tu trabajo. Hazte las preguntas adecuadas. Por ejemplo, si no quieres trabajar los fines de semana ni los días festivos, puedes tachar los servicios de restauración y hostelería de tus opciones.
Así que no dudes en reunirte con franquiciados que ya estén en activo. Podrán informarte sobre su experiencia, su relación con el franquiciador, su grado de satisfacción y las dificultades que hayan encontrado.
Para ello, hazte con el DIP – Documento de Información Precontractual. La lectura atenta de este documento te ayudará a evitar errores y a comprender mejor los retos de la franquicia a la que quieres unirte. El objetivo del DIP es proporcionarte toda la información que necesites antes de tomar tu decisión. Contiene información sobre la franquicia, el franquiciador, el mercado, la red de franquiciados y las obligaciones y derechos del franquiciado. Este documento no te compromete en modo alguno con el franquiciador. Sin embargo, desde el momento en que firmas el contrato de franquicia, te comprometes a abrir una franquicia.
Planificar la financiación y el presupuesto
Uno de los errores más comunes que cometen los franquiciados al poner en marcha un negocio es calcular mal su presupuesto. En ambos casos, invertir demasiado o demasiado poco es un error. Es crucial que un futuro franquiciado evalúe con precisión los distintos costes. Estos costes incluyen el canon de entrada, los derechos de autor, los derechos de franquicia y los costes de formación. También hay costes de inversión, ingresos potenciales y proyecciones financieras de la franquicia.
Hay varias opciones para financiar tu empresa. Préstamos bancarios, inversores, captación de fondos… Elijas lo que elijas, tu solicitud de financiación debe estar preparada y ser clara y concisa. No olvides las subvenciones públicas. Hay muchas ayudas regionales y nacionales disponibles para ayudarte a crear tu propia empresa, ¡y puede hacer que la financiación de tu proyecto sea mucho más fácil!
No subestimes a la red
La red es una parte esencial de tu aventura. Esto empieza con el franquiciador. Establecer una relación de confianza con el franquiciador es la clave del éxito de una franquicia. El papel del franquiciador es apoyarte, tranquilizarte y empujarte a mejorar. Sus objetivos son tus objetivos.
Participar en la vida de la red es igual de importante. La red también significa hablar con otros franquiciados. Establecer relaciones con los miembros de la red te permitirá compartir consejos, sugerencias y buenas prácticas. Pero, ¿en qué consiste la vida en la red? Significa participar en giras regionales y nacionales, asistir a conferencias y cursos de formación. Estos eventos son una forma de mantenerte al día de lo que ocurre en tu red. También es una oportunidad para conocer a nuevos franquiciados y ayudarles compartiendo tu experiencia y consejos. ¡Esto refuerza la solidaridad dentro de la red!