Según la 19ª Encuesta Anual Banque Populaire sobre Franquicias, realizada en colaboración con la Federación Francesa de Franquicias y Kantar, del 34% de los franceses que desean crear su propia empresa, el 44% está considerando la franquicia como forma de hacerlo, lo que demuestra el atractivo del modelo. Sin embargo, no todo el mundo encontrará lo que busca, y para sopesar los pros y los contras antes de dar el paso, es importante conocer las ventajas y los inconvenientes de la franquicia.
Cuando piensas en montar tu propio negocio, la franquicia te viene rápidamente a la mente como un modelo atractivo… ¿Pero por qué? ¿Cuáles son sus ventajas? ¿Realmente el modelo sólo tiene ventajas? ¿Es para todos los empresarios?
Franquicia: ahorro de tiempo innegable y asunción de riesgos limitada
Cuando te unes a una red de franquicias, te independizas sin estar solo. Pueden convertirse en directores de empresa, pero recibirán apoyo de la A a la Z, en cada paso del camino, a diferencia de un empresario individual. Esto le ahorrará mucho tiempo y limitará los riesgos.
Reproduce el modelo y aplica los códigos de un concepto que ya ha demostrado su eficacia. Los franquiciados se benefician de una serie de ventajas:
- Visibilidad, conciencia de marca e imagen
- Argumentos para obtener financiación de los bancos
- El saber hacer y el apoyo del franquiciador
- Herramientas de gestión y comunicación (medios de comunicación, carta gráfica, etc.)
- Ser escuchado y aconsejado por el equipo del franquiciador, así como por otros franquiciados
- Sinergia de grupo, puesta en común de recursos y economías de escala
- La fuerza de la red en innovación de productos y servicios
Esto significa que el franquiciado no va a ciegas. Unirse a su marca le da las claves para repetir un éxito preexistente. Incluso pueden aprender un nuevo oficio gracias a la formación inicial ofrecida por el franquiciador. Porque es más fácil aplicar un concepto en un sector con el que no estás familiarizado, o no tan familiarizado, que abandonar hábitos desarrollados durante muchos años de tu carrera profesional.
El crecimiento es más rápido que cuando estás solo. Si el empresario lo desea, puede incluso abrir varios puntos de venta, ya que en muchas cadenas se fomenta la multifranquicia. Por último, en los últimos años también hemos observado una mayor resistencia de las empresas franquiciadoras en caso de crisis. Tanto en 2020-2021, durante la pandemia de Covid-19, como desde hace más de un año con la inflación, tener una red que te respalde está demostrando ser un activo inestimable.
Sin embargo, algunos propietarios de proyectos aspiran a una mayor libertad. Para ellos, estas numerosas ventajas no bastan para compensar los inconvenientes del modelo.
Franquicia: no es para todos
Crear tu propia empresa suele ir acompañado del deseo de “convertirte en tu propio jefe”. Sin embargo, para algunos empresarios independientes, el marco impuesto por la franquicia parece socavar un poco este deseo.
Todo o parte del know-how compartido por el franquiciador no es negociable según los términos del contrato de franquicia. Esto puede ser frustrante para el franquiciado, que a veces ve la situación como una pérdida de libertad. Lo mismo ocurre con la información periódica sobre los resultados. La elección de proveedores, o para una posible idea innovadora que tiene que esperar a que el franquiciador la valide antes de poder probarla o aplicarla.
En la franquicia, el director de la empresa no puede hacer lo que quiera cuando quiera. Deben ser conscientes de que es la uniformidad de las prácticas dentro de la marca lo que garantizará el buen funcionamiento del conjunto.
Otros inconvenientes inherentes a la franquicia pueden desanimar a los empresarios. Esto es especialmente cierto en el caso de las limitaciones financieras. Por un lado, la inversión inicial es mayor, porque además de los costes de creación de la empresa, están las tasas de entrada a la red. En segundo lugar, los franquiciados deben pagar derechos para que el grupo pueda funcionar, ya sea en cantidades fijas o como porcentaje de las ventas. Estos costes adicionales están específicamente vinculados a la franquicia y deben ser tenidos en cuenta por el empresario, que a veces puede verlos como un obstáculo para su proyecto.
Por último, el contrato de franquicia también establece las condiciones de transmisión de la empresa. Las cláusulas de tanteo o aprobación permiten al franquiciador opinar sobre el comprador o posicionarse como comprador, en interés de la red. Pero para el antiguo franquiciado, también existe el riesgo de que el traspaso se demore un poco más de lo previsto.
Franquicia, franquiciado, franquiciador: una cuestión de personalidad
Así que parece que la elección de la franquicia depende sobre todo de la personalidad del propietario del proyecto. ¿Necesita autonomía total para crear su propia empresa? ¿Está preparado para cumplir los requisitos y condiciones de la red? ¿Tiene el espíritu colectivo, el espíritu de red, para lanzarse junto a una marca?
Si la respuesta es afirmativa, tendrás que pensártelo aún más, porque, además de un concepto, el candidato está eligiendo un franquiciador y su equipo, con los que debe ser compatible. La franquicia puede ser una aventura empresarial, pero también humana, y las relaciones están en el centro del funcionamiento de una marca. ¡Es esencial que te tomes tu tiempo para hacer la elección correcta!