Una gran mayoría (63%) de los franquiciadores está a favor de seleccionar a los franquiciados entre los empleados de la red*. El sistema de franquicias es un
un vehículo de promoción profesional
permitiendo a los antiguos empleados convertirse en sus propios jefes.
Stéphanie Coussié, que se convirtió en franquiciada seis años después de incorporarse al grupo O2 como empleada doméstica, es “un buen ejemplo de la trayectoria profesional seguida por esta marca, que se define como la compañía de las posibilidades.Aprendí en el trabajo y con el apoyo de la empresa sobre gestión empresarial”, explica. La empresa de servicios personales promueve el desarrollo interno y tiene muchos antiguos empleados que se han convertido en franquiciados.
Retener el talento
Para Sylvain Bartolomeu, socio director de Franchise Management, “cada vez forma más parte de la estrategia de los franquiciadores tender puentes entre el estatus de empleado y el de franquiciado”.
La trayectoria de Loïs y Jérémy en Pizza Cosy es un buen ejemplo. Antiguos repartidores de pizza, se apasionaron por el negocio de la comida rápida y se convirtieron en multifranquiciados de la marca. “Les formamos en todos los aspectos del negocio”, explica Florent Mercier, cofundador de la marca con David Cellier en 2010. ” Florent Mercier, que también empezó a los 20 años, ve a sus franquiciados como “auténticos embajadores”.
Dentro de la red inmobiliaria de Guy Hoquet, Fanny Briard ha seguido más o menos el mismo camino. Se incorporó a la red a finales de 2017 y, en agosto de 2021, a la edad de 30 años, se hizo cargo de la agencia en la que había estado trabajando. “Empecé con un curso en alternancia y luego me convertí en agente de ventas durante tres años, antes de hacer una oferta de compra a mi jefe, que se jubilaba anticipadamente”, dice.
Hoy dirige a dos empleados y cuatro agentes comerciales de entre 22 y 60 años. “A los 30 años, me preocupaba un poco endeudarme durante siete años y tomar las riendas de una agencia. El curso de iniciación y formación de cinco semanas me tranquilizó: pude hablar con los futuros jefes sobre sus objetivos y sus temores. Nunca me habría atrevido a abrir mi propia agencia.
Otro elemento tranquilizador es el apoyo prestado por los coordinadores regionales. “Me ayudaron a reforzar la confianza en mí misma. La reputación de la marca, que lleva establecida desde 1994, también ofrece una garantía a los clientes y significa que puedo conseguir un trabajo que nunca habría podido conseguir de otro modo”, asegura.
“Mentalidad de competidor
Este deseo de las marcas de crear puentes para sus empleados se explica fácilmente por el hecho de que el empleado conoce la marca, el saber hacer y ya ha integrado el ADN de la marca. “La transferencia de conocimientos es inevitablemente más sencilla y rápida, y los riesgos asociados a la contratación se reducen porque la cadena ha formado y supervisado al empleado y le ha visto operar durante varios años”, explica Sylvain Bartolomeu.
¿El único criterio exigido? “Tienes que demostrar tu valía como empleado, estar motivado y rendir bien”, afirma. Esto es lo que miden las empresas en las evaluaciones de RRHH: “superación, resiliencia, compromiso y automotivación”. En otras palabras, tener la mentalidad de un competidor. Al fin y al cabo, se trata más del don de gentes que de los conocimientos técnicos”.
Cada vez más, las redes “reclutan empleados con esta mentalidad”. Así lo confirma el cofundador de Pizza Cosy, quien confiesa que busca ante todo “comerciantes muy buenos y gente amable. Nos centramos en el don de gentes”. Así que, “ante dos jóvenes muy comprometidos con los que tenemos muy buen feeling, con los que podemos contar y que quieren ser a la vez autónomos y parte del proyecto”, el cofundador decidió depositar su confianza en ellos.
En definitiva, “abre perspectivas de desarrollo a los empleados de alto rendimiento. Es una herramienta fantástica para permitir que los empleados se expresen, darles perspectivas de carrera y retener el talento”, afirma Sylvain Bartolomeu. Demostrar que antiguos empleados se han convertido en directivos de la empresa y han creado activos para sí mismos convierte a la marca en un empleador atractivo.
El consultor, que compara la dinámica del sistema de franquicia con la de una empresa, señala que mientras que en una empresa tradicional, para retener a los empleados, “se propone un enfoque de participación en los beneficios o en el accionariado, es decir, un enfoque más financiero que les permita convertirse con el tiempo en accionistas minoritarios, el sistema de franquicia permite a los empleados convertirse en gestores y propietarios de una empresa”.
*Figura extraída de la 19ª encuesta FFF/Banque Populaire