El IVA franquicias es una de las áreas que más dudas genera entre los franquiciados autónomos, especialmente para quienes están comenzando. Para comprender el impacto en la rentabilidad y la operativa del franquiciador y del franquiciado debemos diferenciar entre las responsabilidades fiscales de ambas partes.
Como autónomo franquiciado, cada vez que factures a tus clientes, deberás incluir el IVA correspondiente en el precio final. Y también podrás deducir el IVA que hayas pagado en tus compras relacionadas con la actividad de la franquicia, como mercancías, formación o servicios del franquiciador.
Régimen de IVA aplicable a los franquiciados autónomos
Los franquiciados autónomos están sujetos al régimen general del IVA, lo que significa que deben declarar trimestralmente el IVA repercutido (el que cobran a sus clientes) y el IVA soportado (el que pagan en sus compras relacionadas con la actividad). Si todo está en orden, el resultado final es neutral: el autónomo ingresa a Hacienda solo la diferencia entre el IVA cobrado y el pagado.
La normativa española establece que casi todas las operaciones relacionadas con franquicias están sujetas al tipo general del 21%. Esto incluye los royalties que pagas al franquiciador, la formación que recibes o las compras de productos. Sin embargo, hay sectores específicos, como la hostelería o el comercio minorista, que pueden acogerse a regímenes simplificados del IVA, donde se paga una cuota fija en lugar de realizar cálculos trimestrales.
Aunque la mayoría de las franquicias se rigen por el tipo general del 21%, existen excepciones:
- Tipos reducidos y superreducidos: Algunos sectores, como la alimentación básica o productos culturales, aplican un IVA reducido del 10% o superreducido del 4%.
- Exoneraciones: Actividades como la educación o los servicios sanitarios están exentas de IVA, lo que puede afectar la estructura del contrato de franquicia.
- Régimen especial de agricultura, ganadería y pesca: Si operas en estos sectores bajo una franquicia, tu régimen fiscal podría incluir deducciones específicas.
Ejemplos prácticos de cómo calcular el IVA en contratos de franquicia
Imagina que tu franquicia genera un ingreso bruto mensual de 12.000 euros. El contrato establece que debes pagar un royalty del 10% de tus ingresos al franquiciador. Esto significa que pagarás 1.200 euros por royalties. Sin embargo, a este importe hay que añadirle el IVA (21% en la mayoría de los casos).
Cálculo:
- Royalty: 1.200 euros
- IVA (21%): 1.200 x 0,21 = 252 euros
- Total a pagar al franquiciador: 1.452 euros
El franquiciado puede deducir estos 252 euros en su declaración de IVA franquicias, siempre que las facturas estén correctamente emitidas.
Ahora bien, supongamos que tu franquicia es una tienda de ropa y vendes un producto a un cliente por 100 euros. Este precio incluye el IVA, que en este caso es del 21%. Para calcular el importe neto y el IVA correspondiente:
- Precio con IVA: 100 euros
- Precio sin IVA: 100 / 1,21 ≈ 82,64 euros
- IVA incluido: 100 – 82,64 ≈ 17,36 euros
Esto significa que deberás ingresar esos 17,36 euros a Hacienda, mientras que los 82,64 euros son para tu negocio.
Supongamos también que compras mercancías al franquiciador por 5.000 euros más IVA. Esto supone:
- Precio base: 5.000 euros
- IVA (21%): 5.000 x 0,21 = 1.050 euros
- Total pagado: 6.050 euros
En este caso, esos 1.050 euros de IVA son deducibles en tu declaración, reduciendo el importe que debes ingresar trimestralmente.
Errores más comunes al declarar el IVA franquicias y cómo evitarlos
Muchos franquiciados cometen errores a la hora de gestionar el IVA franquicias que, aunque parecen pequeños, conllevan multas, recargos o, peor aún, problemas de liquidez en el negocio. Repasemos los errores más comunes y, lo más importante, cómo evitarlos.
- Declarar fuera de plazo o con errores de cálculo el IVA franquicias. En España, las declaraciones son trimestrales (abril, julio, octubre y enero). Los errores de cálculo también son frecuentes al sumar ingresos y gastos sujetos al IVA. Para evitarlo usa herramientas digitales, como programas de contabilidad que automaticen los cálculos, y configura recordatorios en el calendario para no olvidar las fechas.
- No diferenciar correctamente entre ingresos y gastos sujetos al IVA franquicias. Otro fallo común es mezclar operaciones sujetas al IVA con aquellas que están exentas. Por ejemplo, si tu franquicia vende productos gravados al 21% y otros con tipos reducidos (10% o 4%), es fácil equivocarse en el cálculo final. Algunos franquiciados tampoco tienen claro qué gastos son deducibles, lo que les lleva a perder oportunidades de optimización fiscal. Esto puedes resolverlo si mantienes una contabilidad separada para ingresos y gastos de diferente naturaleza, y pides al franquiciador información clara sobre los productos o servicios exentos de IVA franquicias.
- Falta de control sobre facturas y registros. Las facturas mal emitidas, incompletas o pérdidas dificultan la declaración del IVA y pueden generar sanciones si Hacienda decide hacer una inspección. Muchos franquiciados no llevan un registro detallado de los ingresos y gastos, lo que complica los cálculos trimestrales. Revisa regularmente las facturas emitidas y recibidas, y archiva todo de forma digital y en papel, por si necesitas justificar las deducciones.
Si eres organizado, usas herramientas digitales y buscas apoyo profesional cuando sea necesario, el IVA franquicias se convertirá en un aliado y no un obstáculo en tu camino como franquiciado.