5 consejos para firmar tu contrato de franquicia

Firmar un contrato de franquicia significa comprometerse con una red durante al menos cinco o diez años. Además de requerir una importante inversión financiera, se trata de una inversión humana, personal y familiar que tienes que estar dispuesto a hacer. Así que es mejor que te asegures de antemano de que estás haciendo la elección correcta. He aquí una guía rápida de lo que debes pensar antes de comprometerte.

La franquicia puede ser una aventura atractiva, pero tienes que elegir tu futura red con cuidado, teniendo en cuenta tus gustos, deseos y habilidades, para asegurarte de que eres adecuado para el negocio que tienes en mente, así como tu afinidad con la marca y la calidad de la red.

Consejo 1: Tómate el tiempo que necesites

Una vez que el franquiciado ha elegido el sector de actividad en el que quiere operar, el primer consejo antes de comprometerse con una red de franquicia es comparar varias redes del mismo sector.
“No hay que ser tacaño con el tiempo durante esta fase precontractual”, aconseja Charlotte Bellet, socia de BMGB Avocats, que dice que hay que dejarse entre tres y seis meses para elegir la red adecuada.
“Tienes que empezar por la que más se parezca a ti y la que más se ajuste a tu proyecto en términos financieros, pero también de valores”, explica Charlotte Bellet.
No dudes en reunirte con varios franquiciadores y compararlos.

Consejo 2: Realiza tu propia encuesta

Antes de firmar el contrato, el futuro franquiciado debe llevar a cabo su propia investigación sobre el terreno para comprobar lo que se indica en el documento de información precontractual (DIP) proporcionado por el franquiciador 20 días antes de firmar el acuerdo de franquicia. Aunque es esencial que el solicitante lo lea detenidamente, debe buscar cualquier información que falte. “La rentabilidad de un concepto no se incluye en el DIP”, advierte Charlotte Bellet, por ejemplo. Así que no hay que conformarse con lo que está escrito. Los solicitantes deben analizar la red en detalle, fijándose en su antigüedad, su capital, su solidez financiera y sus dos últimos balances.

¿Cuál es el objetivo?
Comprobar que lo que se “vende” se corresponde con la realidad: ¿cuál es el estado de la red?
¿Cuál es la relación calidad-precio?
¿Cuál es la rentabilidad de los puntos de venta?
¿Qué apoyo presta realmente el franquiciador sobre el terreno?
“Si el franquiciador responde que no está obligado legalmente a facilitar la información solicitada, sálvese quien pueda”, aconseja Charlotte Bellet.

Para juzgar la experiencia del franquiciador, el abogado aconseja a los solicitantes que vayan más allá de teclear el nombre del franquiciador en Linkedin: “Tienes que mirar en Infogreffe para ver si son propietarios de otros negocios o si han entrado en suspensión de pagos en el pasado”.
También es útil informarse sobre el éxito del piloto y las circunstancias que lo rodean: ¿cómo empezó?
¿Funcionó bien desde el principio?
¿Cómo funcionó?
¿Y puede compararse y transponerse al mismo tamaño de tienda y al mismo tipo de ubicación?
Tiene que ponerse en la piel de un posible cliente y preguntarse hasta qué punto es competitivo el concepto.

Consejo 3: Rodéate de expertos

En esta fase decisiva, es vital recurrir a la ayuda de profesionales. Para evaluar el nivel de endeudamiento y la rentabilidad de la red, los candidatos deben pedir consejo a un censor jurado de cuentas especializado en franquicias. “Los futuros franquiciados pueden hacer este sencillo cálculo para asegurarse de que el volumen de negocio en el balance del franquiciador corresponde al importe del canon en relación con el nivel de actividad anunciado, multiplicado por el número de puntos de venta”, explica Charlotte Bellet.

También es el momento de hablar de la ubicación del punto de venta: ¿es la ciudad adecuada? ¿La superficie adecuada? ¿A qué distancia de los competidores? ¿Hay suficiente afluencia de público? ¿De qué accesos y aparcamientos se dispone? ¿Es aceptable el alquiler teniendo en cuenta la facturación prevista? Estas preguntas son aún más importantes si el futuro franquiciado no es oriundo de la ciudad. Debe tomarse el tiempo necesario para conocer comercialmente la ciudad. Muchos franquiciados eligen un local por defecto porque es el único disponible, o porque los franquiciadores les presionan para que reserven la zona”, dice Charlotte Bellet. Pero la elección del local es tan importante como la del franquiciador.

Otro profesional al que recurrir es un abogado especializado en franquicias, que podrá descifrar las cláusulas del contrato de franquicia.
Entre ellas, el territorio exclusivo, las cláusulas de duración y renovación del contrato, el importe del canon de entrada y los royalties, las cláusulas de no competencia, las cláusulas postcontractuales de suministro o no afiliación y la cláusula de arbitraje en caso de litigio.

Consejo 4: Exige respuestas por escrito

Los candidatos deben recabar toda la información posible sobre el franquiciador directamente de él.
La fase precontractual es una oportunidad para preguntar y obtener respuestas a todas sus preguntas.
“No puedes conformarte con respuestas verbales”, dice el abogado.
Todo debe ponerse por escrito.
Hay que animar al franquiciador a responder por escrito.

Consejo 5: Habla con otros franquiciados

En el DIP, la ley exige que el franquiciador facilite una lista de todos los franquiciados existentes, su antigüedad y el número de cierres en los últimos doce meses.
También podrá evaluar la solidez y densidad de la red, la evolución del número de franquiciados -número de aperturas y cierres cada año desde su creación- y si existe un número anormal de cierres.

Sin embargo, el franquiciador no está obligado a facilitar las cifras de ventas de los franquiciados. Corresponde al solicitante preguntar por su nivel de negocio desde que empezaron y cada año para ver cómo evoluciona. “Hay que buscar información para evitar las malas redes. Ningún franquiciador que funcione se negará a dar cifras de ventas”, dice Charlotte Bellet. Aunque obtenga toda esta información, tiene que “llamar a todos los franquiciados de la red y visitar a la mayoría de ellos. Una vez allí, estarán más dispuestos a hablar contigo”, insiste la abogada.

Y confiarles su relación con el franquiciador, los recursos humanos y financieros del franquiciador, la calidad y experiencia de los facilitadores, el funcionamiento de la página web, los recursos invertidos en comunicación, etc. “Es mejor gastarse x miles de euros en hacer un Tour de Francia de franquiciados que invertir mal varias decenas de miles de euros”, concluye el abogado.
“Es mejor gastarse x miles de euros en hacer un Tour de Francia de franquiciados que invertir mal varias decenas de miles de euros”, concluye el abogado.

Resumen

  1. Firmar un contrato de franquicia significa comprometerse con una red durante al menos cinco o diez años.

  2. La rentabilidad de un concepto no está prevista en el DIP.

  3. Los solicitantes deben realizar un análisis detallado de la red, su historia, su capital, su solidez financiera y sus dos últimos balances.

  4. En el DIP, la ley exige al franquiciador que facilite una lista de todos los franquiciados existentes, su antigüedad y el número de cierres en los últimos doce meses.