Transmisión familiar de una red de franquicia: las reglas básicas

Familieoverdracht van een franchisenetwerk: de basisregels

Hoy, 2 de cada 3 fundadores de redes de franquicia siguen al frente de sus marcas. La transmisión familiar es una solución, si y sólo si se prevé y legitima. Así es como funciona.


Un tema tan tabú como la herencia

Transmitir tu “bebé”: ésta es la obligación moral a la que se enfrenta todo fundador de una red de franquicias, que encarna su marca y su nombre hasta el punto, con demasiada frecuencia, de ser y/o sentirse insustituible.

“La transferencia de una red de franquicias sigue siendo un tema tabú, del mismo modo que la herencia en una familia. Todos los franquiciadores se engañan a sí mismos cuando piensan que tienen tiempo de prepararse para esta transición inevitable, y que sus equipos serán capaces de gestionar la muerte repentina del franquiciador, si se produce, así como las operaciones en curso. Pero hablar de traspasar el negocio ayuda a crear confianza y a anticiparse a esta delicada situación”, dice desde el principio Olivier Mignot, socio de Gestión de Franquicias.

Mientras que algunos directores de empresa crean una franquicia con el objetivo de venderla, la sucesión al frente de la red, a través de los hijos o la familia, debe organizarse dentro de ciertos límites.

“En Francia, los directores de empresa temen traicionar el contrato moral que les une a sus hijos no confiándoles sus negocios. Al contrario que en Estados Unidos, por ejemplo, donde gran parte de la fortuna se dona regularmente a obras de caridad. Asimismo, debido a nuestra cultura patriarcal, el fundador de una empresa suele dar preferencia al hijo o hija mayor, mientras que el hijo o hija menor puede tener más cualidades”, señala Olivier Mignot.

Toda marca de franquicia debe ser capaz de ir más allá de su fundador, que siempre llega al límite de sus capacidades en algún momento.

“En Gestión de Franquicias, creemos que existe un “contrato” moral y que una empresa “pertenece” a sus empleados, clientes y proveedores, y no sólo a su gerente. Esto es especialmente cierto en una red de franquicias”, afirma Olivier Mignot.

Un soplo de aire fresco, una visión diferente, como para un nuevo propietario

El futuro a largo plazo de la empresa sigue siendo la clave de su traspaso.

“El nuevo propietario tiene que aportar un enfoque fresco, una perspectiva diferente, una visión distinta, algo que complemente lo que ya se ha conseguido. De ahí la necesidad de evitar pensar en términos de sucesión puesto por puesto. Por ejemplo, imaginando a los niños al frente de los servicios y buscando a la mujer o al hombre capaz de garantizar el crecimiento a largo plazo de la red de franquicias. Si fuera necesario, esto podría implicar la aportación de recursos financieros, como un fondo de inversión”, afirma Olivier Mignot.

Aunque el fundador-gestor de una red debe saber liberar a sus hijos de la obligación de tomar el relevo, que puede representar una pesada carga, debe prepararlos para el relevo si desean perpetuar la empresa familiar.

“En el marco de un proyecto, elaboramos itinerarios profesionales intermedios para el futuro hijo, como por ejemplo aculturarse en uno de los departamentos de la marca, o incluso dentro de un establecimiento franquiciado, o irse a trabajar al extranjero durante un año, o hacer un curso largo de formación continua, en función de las carencias de competencias detectadas. Así no serán vistos como ‘niños o niñas de papá’”, sugiere Olivier Mignot.

Por otro lado, mientras que los conocimientos técnicos son más fáciles de corregir, las habilidades interpersonales, esenciales para cualquier franquiciador, no se adquieren fácilmente.

“Entonces existe la posibilidad de añadir al niño o al familiar una persona con cultura de red, para compensar y equilibrar esta carencia”, explica Olivier Mignot.

Plan a 5 años… y un aumento de las ventas del 50

Tras veinte años de carrera en la industria, con una sensibilidad comercial y de marketing y un enfoque internacional, Olivier Mermuys, aficionado al vino y yerno de Michel Bourel (fundador de Cavavin en 1985), contribuyó durante mucho tiempo a las reflexiones de su suegro antes de tomar su relevo.

“Cuando llegué, los equipos me conocían de las numerosas aperturas y convenciones nacionales de la red. Hasta entonces, lo único que había hecho era corregir los folletos de la marca para Franchise Expo Paris. Enseguida me gustó trabajar con el vino y las emociones asociadas, que están más cerca de mi sensibilidad que los productos industriales, y en un circuito de clientes más corto, pasando de B a B a C para acercarme al consumidor final a través del franquiciado”, explica Olivier Mermuys, que ahora es Director General de Cavavin.

En 2016, se incorporó a la empresa como Director de Operaciones e Internacional.

“Uno de los antiguos socios de mi suegro, un director general no operativo, accedió a vender sus acciones. Para tomar la antorcha, trabajé en varias áreas de aceleración para desarrollar un proyecto y una visión. Por ejemplo, me he expandido internacionalmente sin quitarme la ropa de Francia, en particular consiguiendo financiación a través del BPI, y generando el 20% de las ventas de la marca desde cero estableciéndome en una docena de países.

El plan quinquenal presentado en 2016, al explicar constantemente la estrategia a los franquiciados en las convenciones nacionales, ha permitido aumentar en un 50% la facturación del franquiciador”, subraya Olivier Mermuys, legitimado por esta renovación para convertirse en el nuevo propietario de la red.

La compra de un viñedo cierra el círculo para el vendedor

“La transmisión tuvo lugar en virtud de un pacto Dutreil, según el cual una parte del valor de las acciones vendidas estaba exenta de impuestos. Gestiono y dirijo la red, con el objetivo de ayudar al grupo a crecer. Casi todos nuestros empleados de la estructura de franquicia han cambiado de trabajo y han seguido adelante. Mi suegro, que sigue siendo el principal accionista, ya no participa en la gestión diaria de la empresa.

Juntos, decidimos la estrategia a través de nuestro holding. Tenemos la suerte de ser diferentes pero complementarios, siempre escuchándonos el uno al otro. A la hora de tomar decisiones, los casi 40 años de historia de Michel como garante del saber hacer y de los fundamentos de la red proporcionan al menos un indicio de solución, si no la solución misma. Por mi parte, aporto una perspectiva formada por los encuentros con diferentes culturas en la cincuentena de países que visité en mi anterior vida profesional. A veces conseguimos no hablar de trabajo cuando nos vemos en privado…

Para Michel, el círculo se ha cerrado ahora con la adquisición de un viñedo de Saint-Emilion, una empresa conjunta. Produce su propio vino para complacer a sus clientes, y el lugar se convertirá en un centro de formación para la marca”, concluye Olivier Mermuys.

Curtidos por la formación y el ejercicio de la profesión

Al principio, quería ser topógrafa, o incluso decoradora de interiores, igual que su padre era paisajista. Y no necesariamente quería trabajar con él.

Veinte años después, Pauline Moquet es codirectora de la red Daniel Moquet sign vos allées (y de sus conceptos relacionados de esgrima y jardín), con su padre y su hermana Camille. La estrategia se comparte con el resto de la familia, Catherine la madre y los maridos de las hijas. Se reúnen una vez al año para un “Seminario Familiar”, como lo llaman sus protagonistas.

“A los 21 años, empecé mi carrera profesional convirtiéndome en el primer franquiciado de la red, en la zona al sur del departamento donde se encontraba nuestro centro piloto. Mi puesta en marcha permitió a mi padre utilizarme como ejemplo para vender la franquicia a posibles franquiciados.

Estos diez años me han dado legitimidad para el futuro. Estructuramos juntos el modelo: mi padre en la parte técnica, y nosotros dos en la parte comercial y de gestión. Un nuevo franquiciado tiene que empezar con tres empleados, y gestionar una docena o más de personal cuando se pone al día.

Mi madre siempre trabajó con mi padre. Cuando Camille se hizo cargo de la gestión administrativa y financiera de la red tras estudiar para ser censor jurado de cuentas, yo me encargué del desarrollo de nuestra empresa”, explica Pauline Moquet, Directora General de la red de franquicias Daniel Moquet Signe Vos Allées.

A continuación, Pauline Moquet gestiona también la formación de los franquiciados, utilizando las competencias que ha adquirido. Está aprendiendo sobre comunicación y marketing creando herramientas para la red. “También hemos perfeccionado nuestras habilidades mediante la formación con la Federación Francesa de la Franquicia”, señala.

Espíritu familiar en el ADN de la marca

En 2018, asumió la dirección de la red. “Mi hermana es Directora Financiera, mi padre se encarga de las cuestiones técnicas, aunque a sus 69 años está más implicado en la estrategia, y yo me encargo de las comunicaciones y las ventas.

Lo privado se mezcla con lo profesional: a todos nos apasiona ser empresarios. El espíritu familiar está en el ADN de nuestra marca, y nuestros maridos también son franquiciados. En la red, una sola familia posee una decena de sucursales, y muchos de nuestros franquiciados se expanden con sus hijos o primos”, concluye Pauline Moquet.

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