En un contexto de revitalización de los centros urbanos. En un contexto de revitalización de los centros urbanos, las autoridades locales están despertando poco a poco a las ventajas de la franquicia, tras muchos años de desafección… He aquí una puesta al día sobre la nueva relación entre las marcas y los centros urbanos.
En un momento en que los centros urbanos necesitan reinventarse para recuperar su antiguo dinamismo, parece que las franquicias tienen un papel que desempeñar junto a los agentes locales… si las autoridades locales están dispuestas a darles la oportunidad.
Franquicias y centros urbanos: una relación que evoluciona con el tiempo
Hasta hace poco, las autoridades locales eran reacias a permitir franquicias en sus centros urbanos. La idea era diferenciarse de otras ciudades, evitar la uniformidad generada por la similitud de los signos que se podían encontrar por todas partes.
Por tanto, se daba preferencia a los agentes locales, a los que también se consideraba a menudo más implicados en su negocio y en el dinamismo general del sector en el que estaban establecidos, mientras que se confundían la franquicia y la ramificación, y se imaginaba que las empresas matrices estaban muy alejadas de estas preocupaciones locales. Sin embargo, en los últimos años, varios factores han provocado un aumento de las tasas de desocupación del comercio minorista, que a veces siguen superando el 12% en algunas ciudades pequeñas y medianas.
Esta situación se debe, entre otros factores socioeconómicos, al creciente uso de la venta online, al aumento de los alquileres en los centros urbanos y a la aparición de parques comerciales en las afueras de las aglomeraciones urbanas. Culminando en 2019 con las protestas de los chalecos amarillos, que asestaron un duro golpe a los minoristas, sobre todo en las grandes ciudades, seguidas en 2020 por Covid y la contención, que provocaron numerosos cierres.
Y, sin embargo, es este mismo Covid el que va a desempeñar un papel en la revitalización de los centros de las ciudades, cuando, tras el cierre, hemos visto surgir una fuerte demanda por parte de los consumidores de volver a las tiendas de proximidad, para intercambiar, contactar y asesorarse. Entonces, ¿cómo podemos satisfacer esta demanda?
Utilizar la franquicia como fuerza motriz
Aunque las autoridades locales siempre buscan diferenciarse, poco a poco se van dando cuenta de que revitalizar sus ciudades también implica crear ciertas marcas, que pueden actuar como motor para otras empresas, sobre todo en las ciudades de tamaño medio.
Gracias a la implicación y a la labor de sensibilización de organismos como los gestores de los centros urbanos, la Federación Francesa de Franquicias y PROCOS, la federación que representa a los comerciantes especializados, las ciudades están tomando conciencia de que la presencia de determinadas marcas en sus centros puede mejorar la oferta, atrayendo a clientes más lejanos y, a menudo, más jóvenes. Es una bendición para los minoristas locales, que pueden aprovechar las sinergias.
Es más, ante el auge de las cadenas de tiendas, las autoridades locales se están dando cuenta de que los franquiciados son también empresarios independientes deseosos de implicarse en la vida local y en las asociaciones de comerciantes para mantener vivos los centros urbanos.
Como resultado, se está forjando una nueva relación entre las redes de franquicia y los centros urbanos, y los franquiciadores no dudan en adaptar sus conceptos para que perdure.
Presentar una oferta diversificada y coherente
Instalarse en las afueras o en el centro de la ciudad no tiene nada que ver con los comerciantes: las expectativas de los clientes y el espacio comercial son diferentes, por lo que deben adaptarse, sin olvidar, por supuesto, preservar la identidad del centro de la ciudad y presentar una oferta coherente con lo que ya existe.
Algunos franquiciadores varían el formato y la gama de productos en función de la ubicación deseada por el franquiciado. Es el caso, por ejemplo, de los distintos conceptos Carrefour ProximitéAviva Cuisines, por ejemplo, ha ideado un concepto urbano de 90 m² de media, mientras que sus tiendas en centros comerciales requieren superficies de 250 a 350 m².
Para una franquicia, instalarse en un centro urbano puede ser una asociación beneficiosa para todos si se hace, como siempre, con diálogo y buena inteligencia. Lo ideal es que los propietarios del proyecto y su franquiciador se pongan en contacto con el responsable local del centro de la ciudad, que podrá explicarte con detalle qué quiere la ciudad en cuanto a tiendas y servicios.