Franquicia o start-up: ¿cuál es la opción ganadora?

franquicia o start up cuál es la opción ganadora

Si estás indeciso entre estos dos modelos, aquí tienes una serie de consejos que te ayudarán a comparar y decidir.


Considerada durante mucho tiempo el modelo a seguir por excelencia, la start-up está en boca de todos. Entre la carrera por los unicornios y las campañas históricas de recaudación de fondos, esta forma de iniciativa empresarial aparece regularmente en los titulares. Casi olvidas que este tipo de empresa no es la única forma de tener éxito.

De hecho, estudios recientes parecen demostrar que la start-up ya no ocupa el primer lugar en el corazón de los fundadores de empresas. Según una encuesta de Bpifrance realizada por OpinionWay y publicada en marzo de 2023, los encuestados preferirían dedicarse a la artesanía, la hostelería o el comercio antes que al sector tecnológico.

¿Ha llegado el momento de que la franquicia se establezca como un modelo a seguir? ¿Cuál es la mejor opción para una inversión financiera ganadora? Que empiece el partido.

Start-ups: para emprendedores creativos y visionarios

Las empresas de nueva creación suelen tener potencial para crecer rápidamente. Utilizando ideas innovadoras y modelos de negocio disruptivos, pueden trastocar los mercados establecidos y lograr un crecimiento exponencial en poco tiempo. Por regla general, las start-ups se centran en la innovación y la creatividad, y son una combinación perfecta para ciertas personalidades que quieren abordar nuevos problemas.

Otra ventaja es que a menudo es posible poner en marcha una empresa con muy poco dinero de entrada, que puede complementarse con una amplia gama de planes de ayuda financiera (específicos de Francia). Es todo muy emocionante, excepto por el hecho de que hay mucha gente convocada, pero muy pocos elegidos.

En realidad, este modelo implica una mayor incertidumbre sobre la viabilidad del negocio y su rentabilidad. Muchas empresas acaban en fracaso, ya que los empresarios se enfrentan a retos formidables: desarrollar el concepto, la competencia, gestionar los recursos humanos, llegar al mercado, captar clientes…

Otro punto a tener en cuenta al dar el paso: el aislamiento. Es una situación complicada de gestionar en caso de contratiempo, aunque al principio pueda parecer estimulante ser el único al mando. Y no olvides que el acceso a la financiación sigue siendo complejo: los fondos de inversión están reduciendo considerablemente sus inversiones en capital social.

¿El resultado? Los riesgos suelen superar a los beneficios.

Franquicia: ser tu propio jefe mitigando el riesgo

La principal ventaja de la franquicia es que permite a cualquiera montar su propio negocio sin necesidad de tener una idea innovadora, al tiempo que se beneficia de un modelo probado y comprobado que simplemente hay que duplicar. Como se basa en un principio sencillo -repetir el éxito-, representa un modelo de rentabilidad probado y comprobado, siempre que el nuevo operador disponga de los recursos necesarios para triunfar.

Las estadísticas del INSEE hablan por sí solas: la tasa de supervivencia de este tipo de empresas es del 80% al cabo de cinco años, frente al 50% de sus homólogas tradicionales. Además, aunque los franquiciados son independientes, nunca están completamente solos. En cualquier momento, pueden recurrir a su red o a sus compañeros en busca de apoyo, consejo y orientación.

Pero cuidado: aunque este modelo es objetivamente mucho más tranquilizador, sigues teniendo que prever un desembolso inicial importante, aunque varíe de una marca a otra y de un sector a otro. Los solicitantes deben pagar una elevada cuota de ingreso. A lo largo de su contrato, también tendrán que pagar cánones a su franquiciador a cambio de la exclusividad territorial y el uso de la marca.

También es vital que elijas tu red con cuidado, porque no todas las redes son iguales en cuanto a asistencia y reputación. Por último, aunque los franquiciados siguen siendo sus propios jefes, todavía tienen algunas cosas por las que responder. Por ejemplo, la marca tendrá voz en la identidad visual de la tienda y en cómo se utiliza su saber hacer.

Ninguno de los dos modelos es realmente superior al otro. Mientras que la segunda parece menos arriesgada, la primera ofrece mayor autonomía. Sin embargo, la franquicia destaca por su seguridad y posibilidades de éxito. Por tanto, es una excelente opción de inversión con todas las posibilidades de resultar ganadora.

Franquicia: ser tu propio jefe mitigando el riesgo

La principal ventaja de la franquicia es que permite a cualquiera montar su propio negocio sin necesidad de tener una idea innovadora, al tiempo que se beneficia de un modelo probado y comprobado que simplemente hay que duplicar. Como se basa en un principio sencillo -repetir el éxito-, representa un modelo de rentabilidad probado y comprobado, siempre que el nuevo operador disponga de los recursos necesarios para triunfar. Las estadísticas de Insee hablan por sí solas: la tasa de supervivencia de este tipo de empresas es del 80% al cabo de cinco años, frente al 50% de sus homólogas tradicionales. Además, aunque los franquiciados son independientes, nunca están completamente solos. En cualquier momento, pueden recurrir a su red o a sus compañeros en busca de apoyo, consejo y orientación.

Pero cuidado: aunque este modelo es objetivamente mucho más tranquilizador, sigues teniendo que prever un desembolso inicial importante, aunque varíe de una marca a otra y de un sector a otro. Los solicitantes deben pagar una elevada cuota de ingreso. A lo largo de su contrato, también tendrán que pagar cánones a su franquiciador a cambio de la exclusividad territorial y el uso de la marca. También es vital que elijas tu red con cuidado, porque no todas las redes son iguales en cuanto a asistencia y reputación. Por último, aunque los franquiciados siguen siendo sus propios jefes, todavía tienen algunas cosas por las que responder. Por ejemplo, la marca tendrá voz en la identidad visual de la tienda y en cómo se utiliza su saber hacer.

Ninguno de los dos modelos es realmente superior al otro. Mientras que la segunda parece menos arriesgada, la primera ofrece mayor autonomía. Sin embargo, la franquicia destaca por su seguridad y posibilidades de éxito. Por tanto, es una excelente opción de inversión con todas las posibilidades de resultar ganadora.

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