La duda: puede surgir en cualquier momento, para cualquier persona, en un entorno privado o profesional. “¿Estoy en el lugar adecuado? ¿Me he ganado este elogio? ” Si estas palabras resuenan en ti o en tus colegas de trabajo, comprender este síndrome es la clave para una mayor confianza en uno mismo y un mejor rendimiento.
También conocido como síndrome del autodidacta, se produce cuando una persona tiene fuertes dudas sobre sus cualidades y funciones. Los empleados que padecen este trastorno viven con el miedo a ser descubiertos por sus compañeros o superiores. ¿Cómo puedes librarte de esta devaluación excesiva y vivir plenamente tu negocio? Debora O’Hana, sparring de altos ejecutivos, experta en el arte del liderazgo y cofundadora de OutThinkers, nos lo explica.
Una percepción distorsionada de la realidad
“El síndrome aparece persistentemente en forma de dudas sobre las capacidades, la legitimidad y el valor, incluso ante pruebas objetivas de éxito”, afirma Debora O’Hana. Introducido en los años 70 por las psicólogas estadounidenses Pauline Rose Clance y Suzanne Imes, este síndrome es un fenómeno psicológico en el que una persona duda de sus logros y tiene un miedo persistente de ser expuesta como un “fraude”, a pesar de que existen pruebas objetivas de su éxito.
Según un estudio publicado en el Journal of Behavioral Science, el 70% de las personas de todo el mundo sufren el síndrome del impostor al menos una vez en la vida. Si lo has experimentado, puede que ya hayas intentado hacer frente a estas dudas, compensar la falta de confianza trabajando en exceso. El objetivo es demostrar tu mérito y tu lugar en el mundo, para que no te sientas tan culpable. Pero es importante no trabajar en exceso.
Sentirse incompetente: autosabotaje
A las personas afectadas les cuesta aceptar sus logros y habilidades reales. Aquí comienza un círculo vicioso. El reto consiste en demostrar la propia valía, atrapando al trabajador en una mezcla de duda e inseguridad. No te asustes, pasar por periodos de baja autoestima es normal. Sin embargo, a largo plazo, este problema compromete el bienestar y la realización profesional. La salud mental y el rendimiento profesional también se ven afectados.
Este trastorno no es una enfermedad y afecta a un gran número de trabajadores de empresa. “Atrapados en el síndrome del impostor, jugamos al juego una y otra vez. Este mandato permanente de probar y repetir el juego una y otra vez genera estos problemas y, potencialmente, un exceso de trabajo”, explica Debora O’Hana. Como un pozo sin fondo, mientras los trabajadores no descansen en sus logros, no se sentirán a la altura de la tarea. “Los demás nos hacen sentir muy agradecidos, pero el miedo a la decepción puede crecer rápidamente”, confiesa la experta.
Varias fuentes
Este problema puede tener varias causas. En primer lugar, la facilidad con la que un empleado realiza sus tareas puede alterar la percepción de su mérito. Es habitual sentir que no mereces tu éxito. Como señala el experto, “las cosas te resultan bastante fáciles y es difícil sentir que mereces tu éxito”. El empresario tiene entonces la impresión de que su éxito está ligado a la suerte o a algo externo. La percepción del mérito también es un valor individual. Por último, la autoestima. Como muchos trastornos que afectan a nuestra salud mental, la confianza en uno mismo puede exacerbar el síndrome del impostor. “En este caso, hemos aceptado que los demás reconozcan nuestro valor y nuestras capacidades”, afirma Debora O’Hana.
Según el experto, este problema se agudiza hoy en el mundo laboral. “Hoy en día, hay menos protocolos que seguir. Se pide a los trabajadores que tengan más habilidades blandas, y estamos avanzando hacia habilidades y misiones más intangibles. “Esto hace que sea más difícil medir el éxito.
¿Cómo se combate?
1. Una comprobación de la realidad
Para librarte de este síndrome del impostor en tu vida profesional, hay varias cosas que puedes hacer. Para empezar, debes incluir el principio de realidad. Anota normalmente todo lo que consigues a diario, para analizar tu trabajo real. Medir tu trabajo te da una idea de los hechos. Siempre tienes que comparar tu autoimagen con la realidad. “Estar en contacto con un verdadero principio de realidad consiste en comparar la percepción que tengo de mí mismo con la realidad de mis logros para volver a conectar. Tenemos que salir de esta desconexión en la que hemos entrado, volviendo a la realidad y a los hechos”, afirma Debora O’Hana.
2. Aceptar la imperfección
Aceptar que nadie te pide que lo sepas todo o que tengas éxito en todo es fundamental. Queda mucho trabajo por hacer en términos de aceptación . Comprende que todo empresario está siempre aprendiendo durante su carrera profesional. “Puedes fracasar, y eso es una forma de ‘tener éxito en el intento’”, añade el experto. El reto consiste en decirte a ti mismo que lo has intentado, para que puedas superar tu miedo al fracaso. Tenemos que transformar nuestra experiencia en una experiencia de aprendizaje. Permitirte ser menos que perfecto, para aprender y progresar. En palabras de Voltaire, Debora O’Hana resume: “La duda no es un estado muy agradable, pero la seguridad es un estado ridículo. Así que deberíamos estar orgullosos de dudar.
3. Organiza tus pensamientos para conocerte mejor y superar la situación
Identifica objetivamente los elementos que te representan: identifica tus puntos fuertes (capacidad de organización, creatividad, fiabilidad, etc.) y reconoce tus puntos débiles (dificultades para comunicarte, trabajar en equipo, etc.). Visualizarlos te ayudará a saber dónde tienes que centrarte y esforzarte más. Al final, no tienes tantos puntos débiles y dejas de hacer las comparaciones habituales con tus colegas.
¿Se acumulan pensamientos negativos en tu cabeza? Pregúntate qué situaciones te provocan más ansiedad, y luego identifica las razones por las que surgen esos miedos. “Soy el peor del equipo”, “Nunca llegaré a tiempo a esta misión”. Luego, transforma esos pensamientos negativos en positivos. Por ejemplo: “Voy a darlo todo para tener éxito”. El objetivo es dejarse llevar y aumentar la confianza en uno mismo.
4. Legitima tus éxitos estableciendo objetivos alcanzables
Si estás perdido en este círculo vicioso y este trastorno está empañando tu vida profesional, fijarte objetivos es una forma de evitar este síndrome del impostor en el trabajo en el futuro. Establece objetivos alcanzables que te sirvan de guía, y desglosa los pasos en tu organización. Esto te sitúa a la vanguardia de tus habilidades y misiones. Organizarte de este modo cambiará tu mentalidad. No tengas miedo de felicitarte por los pequeños éxitos de la vida cotidiana. Centrarte en lo que has conseguido te da satisfacción y confianza en ti mismo.
5. Un buen ambiente de trabajo
El entrenamiento o el apoyo de un sparring, mentores o un psicólogo, por ejemplo, es algo a tener en cuenta. Desde el punto de vista del directivo, es importante adoptar una determinada actitud para apoyar a los empleados a largo plazo y evitar el síndrome del impostor. Es necesaria una retroalimentación regular sobre hechos precisos, así como verbalizar el derecho a cometer errores y establecer una relación de confianza para que los empleados se sientan a gusto, se sientan realizados y, por tanto, rindan bien.
Nuestro resumen en 5 puntos clave por L’Express Franchise IA
(verificado por nuestro equipo editorial)
He aquí un resumen de cinco puntos del artículo sobre el tema: ¿Cómo tratar el síndrome del impostor?
Comprensión del síndrome: El síndrome del impostor, que afecta al 70% de las personas en algún momento de su vida, se caracteriza por la duda persistente sobre las propias capacidades y la legitimidad en el trabajo, a pesar de las pruebas objetivas de éxito.
Múltiples causas: Las causas son variadas, e incluyen elementos como la percepción de los propios éxitos, la autoestima y las expectativas poco realistas relacionadas con las habilidades blandas en el entorno profesional.
Importancia del principio de realidad: Analizar lo que realmente has conseguido te ayuda a restablecer la verdad sobre tus capacidades. Llevar un diario de tus éxitos diarios puede ayudarte a aumentar la confianza en ti mismo.
Aceptar la imperfección: Aceptar las imperfecciones y comprender que el fracaso forma parte del proceso de aprendizaje es crucial para romper el círculo vicioso de la duda y la ansiedad.
Apoyo y retroalimentación: Pedir ayuda, combinado con un entorno de trabajo de apoyo con retroalimentación constructiva, es esencial para combatir el síndrome del impostor y promover la realización profesional.