Aunque la crisis sanitaria sigue teniendo un fuerte impacto en la economía, también ha tenido el efecto de impulsar la creación de empresas. El INSEE ha previsto la creación de casi un millón de nuevas empresas de aquí a 2021. Estos nuevos jefes han decidido llevar a cabo el proyecto de su vida, pero la búsqueda de financiación es una auténtica carrera de obstáculos. Entonces llega el momento en que te dan la oportunidad de presentar tu proyecto a un círculo de inversores informales.
Ésa es la idea del programa Qui veut être mon associé, presentado por Xavier Domergue y emitido en M6. Ante estos inversores de renombre, los candidatos tienen que presentar su proyecto y convencerles de que se asocien a cambio de un porcentaje de su empresa. Aunque lo que vemos en el programa puede distorsionar un poco la realidad, lo que estos empresarios en ciernes tienen que decir puede darte algunos consejos sobre cómo presentar tu proyecto.
Repasa tu discurso como si fuera un examen
La primera impresión que das es la más importante, así que hay que preparar el discurso de antemano para no tartamudear demasiado ni parecer demasiado “académico”. Como Anthony Bourbon (Feed) recomendó a dos jóvenes empresarios: tienes que ser natural, auténtico, hablar como si estuvieras hablando con un amigo. Puedes permitirte un poco de humor, pero siempre debes mantener la profesionalidad. Y lo más importante: ¡tienes que transmitir tu pasión e inspirar a la gente!
La importancia de contar historias
La narración es tu toque personal, lo que hace que tu discurso destaque sobre los demás. En el primer episodio del programa, Isabelle Weill señala que el valor de un producto reside en su historia. Aunque tu proyecto no tenga una historia extraordinaria, la construcción de tu narración y la evocación de tu viaje personal seguirán haciéndolo único.
Y no olvides la regla de oro: hay un problema y has encontrado la solución. Pero no adoptes una postura demasiado mojigata, ni actúes como si tu proyecto fuera a erradicar el hambre en el mundo. Ante todo, te presentas ante un inversor para hacer negocios.
¡Cifras, cifras, cifras!
Está muy bien si has conseguido encantar a un inversor con tu historia, pero lo que más le interesa son las cifras, los detalles concretos. Los inversores no se comprometerán si no conocen las líneas generales de tu plan de negocio .
Sobre todo, ¡sé honesto! Los socios no están ahí para juzgarte, sino para dar de sí mismos y de su capital para ayudar a que tu empresa crezca. Tomemos el ejemplo de los primeros concursantes de la nueva temporada de ¿Quién quiere ser mi pareja?Éric Larchevêque les reprendió por no querer comunicar sus márgenes: “[…] si no queréis dar vuestras cifras y compartirlas, no veo cómo podemos tomar una decisión…”.
Una demostración vale más que mil palabras
Éstas son seguramente las partes en las que nuestros inversores estrella se divirtieron más. Las demostraciones consisten en que los empresarios presentan una muestra de su producto desde todos los ángulos. La demostración puede ser una oportunidad para terminar tu discurso con una nota más ligera, así que recuerda dejarla para el final. Si lo haces bien al principio, corres el riesgo de perder toda la atención del inversor durante el resto de tu discurso.
¡Unidos resistiremos!
A menos que vayas solo, es una buena idea llevar un grupo para tu lanzamiento. Esto te permitirá abordar este momento con un poco menos de presión, pero también poder contar con tu compañero en caso de un lapsus de memoria o si no estás preparado para responder sobre un tema concreto.
Durante la feria, dos empresarios acudieron sin sus ingenieros, lo que les puso en una situación incómoda porque no estaban especializados en todo lo relacionado con el hardware.