¿Te has preguntado alguna vez cómo sería dirigir tu propio negocio, pero bajo el ala de una gran marca? Bienvenido al mundo de la franquicia en Bélgica, un sector que atrae tanto a acogedoras boutiques locales como a gigantes internacionales. La franquicia es el concepto por el cual compras una licencia para gestionar una tienda o negocio con el respaldo de una marca mayor (ya sabes, los franquiciadores). La idea ha despegado y está estimulando el crecimiento económico de forma notable.
Te adentramos en el mundo de la franquicia belga. Examinamos cuántas franquicias hay en realidad, en qué sectores operan y quiénes son los principales actores del mercado.
¿Qué es una franquicia?
Poner en marcha una franquicia es un poco como seguir la receta de un gran chef: utilizas un nombre, una marca y un sistema ya existentes, pero el resultado final depende de tu toque personal. Como franquiciado, en realidad compras el derecho a operar bajo el paraguas de una empresa mayor, el franquiciador. Eso conlleva muchas ventajas: te beneficias directamente de la notoriedad de la marca, aprovechas una estrategia empresarial probada y obtienes mucho apoyo en áreas como el marketing y la gestión. Por eso la franquicia es tan popular en sectores como la comida rápida, el comercio minorista y los servicios. Es una forma de que los empresarios inicien su propio negocio con una sensación más segura.
En Bélgica, la franquicia funciona estupendamente como forma de hacer crecer el negocio a la vez que se impulsa la economía. Crea puestos de trabajo e impulsa las economías locales abriendo nuevas empresas que, aunque cumplen normas internacionales estrictas, siguen teniendo un sabor local. Por tanto, los franquiciados pueden dar en el clavo combinando el poder de las grandes marcas con su propio conocimiento del mercado local para ajustarse a lo que quieren los clientes locales.
Tienes que hacer algunas inversiones cuando montas una franquicia. Hay costes de puesta en marcha y pagas derechos continuos, que se basan en tu volumen de negocio. Pero, lo que es más importante, gracias al apoyo que recibes, tienes muchas más posibilidades de éxito que si tuvieras que crear algo desde cero tú solo. No es de extrañar que tantas almas emprendedoras de Bélgica elijan la franquicia como vía para emprender, con menos riesgos.
LEER TAMBIÉN
Visión general de las franquicias en Bélgica
La franquicia no es solo una calle de la economía belga; es una amplia autopista. Con más de 10.000 franquicias en funcionamiento y casi 47.000 empleados, está claro que estas empresas tienen un sólido arraigo. Las franquicias tienen una facturación conjunta que roza los miles de millones de euros, lo que no hace sino subrayar lo cruciales que son para el panorama económico.
¿Por qué tienen tanto éxito las franquicias en Bélgica?
Está en la mezcla de modelos de negocio probados y un apoyo sólido. Este enfoque ayuda a los nuevos empresarios a reducir el riesgo y aumenta sus posibilidades de sobrevivir a esos primeros años críticos. Es una apuesta más segura en comparación con empezar de cero, y eso atrae tanto a inversores locales como internacionales.
Un examen de las cifras muestra que 447 de estas redes, es decir, el 24,6 % de todas las redes minoristas de Bélgica, son franquicias. En conjunto, generan unas ventas de 20.800 millones de euros. No se trata de pequeñas operaciones; estas empresas son la columna vertebral del comercio minorista belga.

Pero la franquicia es mucho más que euros y puestos de trabajo. Estas empresas también fomentan la innovación y el espíritu empresarial en las comunidades en las que operan. Proporcionan una plataforma para que los empresarios perfeccionen sus habilidades, al tiempo que se apoyan en la experiencia y la reputación de marcas establecidas. Este sistema simbiótico no solo estimula el crecimiento de las propias franquicias, sino que también enriquece la estructura económica más amplia al fomentar el espíritu emprendedor y abrir nuevas oportunidades de negocio.










