El trabajo ocupa un lugar central en nuestras vidas: no solo garantiza nuestra estabilidad económica, sino que también da forma a nuestra identidad, a nuestro sentido de pertenencia y a nuestra realización personal. Sin embargo, en un mundo laboral cada vez más acelerado, marcado por la urgencia y la presión constante, muchas personas se enfrentan a una pérdida de significado en sus tareas cotidianas. Este fenómeno tiene nombre: brown-out. Al igual que el burn-out (agotamiento por exceso de trabajo) o el bore-out (agotamiento por aburrimiento), el brown-out se manifiesta como un malestar profundo ligado a la falta de sentido. No es que falte energía para trabajar, sino que el motor interior se apaga poco a poco porque las tareas parecen vacías, repetitivas o absurdas. Entender este síndrome, reconocer sus señales y encontrar formas de recuperar el sentido en el trabajo es esencial para evitar caer en la espiral de la desmotivación y el agotamiento.
¿Qué es el ‘brown-out’?
Brown-out, en particular, trata del significado que damos a nuestro trabajo. Al igual que el burn-out o el bore-out, se trata de una enfermedad profesional caracterizada por el agotamiento debido a la pérdida de sentido. Las personas que sufren brown-out experimentan un “bajón” porque ya no comprenden el significado de sus tareas diarias, su utilidad en la empresa y, más ampliamente, en la sociedad, y se encuentran realizando tareas repetitivas, sin sentido y percibidas como absurdas.
Es vital no quedarse atrapado en esta espiral descendente, que puede acabar provocando el agotamiento. El reto consiste en redescubrir el sentido perdido, y para ello tienes que replantearte tus habilidades, tus deseos y tus aspiraciones, incluso si eso significa cambiar tu vida por completo y reciclarte.
Los males de una época: repensar el valor del trabajo
En su libro El brown-out: cuando el trabajo ya no tiene sentido, François Baumann explica que nuestra sociedad es sin duda la primera en buscar un sentido al trabajo. Cree que el trabajo, que antes era principalmente una función, se ha convertido en un proyecto y en el fundamento de nuestra sociedad. “Por eso tenemos que ir más allá de la simple noción de trabajo, especificando, por ejemplo, la necesidad de asumir una tarea, de llevar a cabo un proyecto o de crear algo nuevo. En todos los casos, es esencial encontrar sentido a lo que hacemos”, escribe. Según el autor y también médico, el brown-out es una enfermedad propia de nuestra sociedad, que se busca a sí misma, donde todo es una emergencia constante y todo el mundo se obstina en agotar sus propios recursos.
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¿Cómo puedes dar sentido a tu trabajo? ¿Qué es una actividad significativa?
En primer lugar, un trabajo tiene sentido si la persona que lo realiza se siente respetada y reconocida. La honradez, la credibilidad y la valentía también forman parte de los valores necesarios para dar sentido a tu empresa. Por último, las nociones de placer e interés, o incluso de utilidad (para uno mismo o para los demás) también son muy importantes para dar sentido al propio trabajo. “El placer de trabajar, de realizar una tarea bien hecha e irreprochable, es un valor considerable, porque ayudará al individuo y le dará ganas de comprometerse más y de emprender cosas nuevas”, de acuerdo con François Baumann.
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¿Cómo reconoces una caída de tensión?
Si, en el contexto de tu trabajo, “las personas ya no pueden dejar que se expresen sus características y valores, pierden las razones mismas de su actividad y todo lo que da sentido a su trabajo e incluso a su vida”, afirma Baumann. Pero cuando pierdes el sentido de lo que estás haciendo, el trabajo pierde interés y se convierte en nada más que una larga lista de tareas por completar. El trabajador pierde entonces toda motivación y se contenta con realizar sus tareas automáticamente, sin obtener ningún placer de ellas. Se llama caída de tensión.
El Dr. Baumann cita una serie de síntomas del brown-out, entre ellos: el hecho de estar constantemente activo pero no sentir ningún placer, la pérdida de interés por tareas que antes eran interesantes, la pérdida de motivación, la acumulación de trabajo y la tendencia a procrastinar, la sensación de que no hay salida a la situación, la tendencia a encerrarse en el silencio, el servicio mínimo pero no más, las rabietas, el cansancio extremo, etc.
En esta descripción, reconocemos algunas de las características de la renuncia silenciosa que a menudo se describe en los medios de comunicación hoy en día. Pero esto es algo más que una dimisión simbólica. Todos estos síntomas evidencian un profundo malestar que puede conducir al agotamiento.
‘Brown-out’ y la búsqueda de sentido: ¿y si llegara el momento de cambiar de vida?
Si quieres, el brown-out, como sus primos el bore-out y el burn-out, es una especie de señal de alarma, una forma de que nuestro cuerpo y nuestra mente nos digan que reaccionemos. En este caso, el marronazo puede entenderse como una señal de que estás fuera de juego y de que es hora de seguir adelante. Por eso es muy importante no dejarse arrastrar por la espiral descendente del agotamiento y la desmotivación. Para que esto ocurra, el trabajador que sufre debe volver a encontrar un sentido.
¿Pero cómo? En primer lugar, reexaminando sus aspiraciones y expectativas sobre tu trabajo. En su libro, Baumann te sugiere que hagas una pausa y hagas balance de tu carrera. Invita a sus lectores a hacerse las siguientes preguntas: “¿Dónde estoy ahora? ¿Tengo las mismas preocupaciones que cuando empecé? ¿Qué ha cambiado tanto que he tenido que reconsiderar? ¿Sigue siendo útil lo que hago y puede satisfacer plenamente mis expectativas? ¿Mis actividades laborales siguen estando en consonancia con mis expectativas?”.
En segundo lugar, la persona en busca de un nuevo sentido tendrá que pensar en el siguiente paso de su carrera. Para ello, tienen que preguntarse qué les gusta hacer realmente, qué saben hacer, qué pueden hacer y qué actividades son significativas para ellos y para los demás. A continuación, nos unimos a la noción de ikigai, un concepto japonés que sitúa la realización personal en el centro del rendimiento individual. Para responder a estas preguntas, puede bastar con un poco de introspección, pero puede ser útil ponerse en contacto con un profesional que te ayude a encontrar las respuestas mediante una evaluación de competencias.
Una vez que han dado un paso atrás, las personas que sufren brown-out pueden encontrar soluciones en su trabajo actual, pero también pueden darse cuenta de que ha llegado el momento de cambiar de vida. Por eso el reciclaje profesional es un remedio perfecto para el parón, porque da un nuevo sentido a la carrera profesional.
